CELTA: Cavallero, Angel, Cáceres, Berizzo (Vagner m.63), Contreras, Sylvinho, Luccin, José Ignacio (Jandro m.80), G. López (Jonathan m.80), Jesuli y Milosevic.

DEPORTIVO: Molina, Scaloni, César, Naybet, Capdevila, Duscher, M. Silva, Víctor (Tristán m.83), Valerón (Sergio m.75), Luque (Fran m.68) y Pandiani.

GOLES: 0-1, m.15: Luque; 0-2, m.42: Víctor; 0-3, m.71: Víctor;

0-4, m.79: Víctor; 0-5, m.87: Tristán.

ARBITRO: Pérez Lasa (Comité Vasco). Mostró tarjeta amarilla a Contreras, Pandiani y Sylvinho.

INCIDENCIAS: Campo en buen estado.

El Deportivo supo aprovechar la enorme generosidad del Celta que, para no variar su trayectoria en la Liga, volvió a ceder balones claves en zona peligrosa, riesgo extremo ante la calidad de jugadores a los que se enfrentaba y acabó perdiendo por un contundente 0-5.

El conjunto coruñés se marchó al descanso con una ventaja de dos goles a pesar de haber estado a merced del Celta durante todo el primer período gracias a su insuperable eficacia al convertir los dos únicos acercamientos de relevancia.

Por contra, el Celta pagó caro el tremendo error del chileno Pablo Contreras, que cedió el balón en bandeja para que Valerón iniciase un veloz contraataque con pase terminal a Luque que el catalán no desaprovechó con un lanzamiento cruzado.

El gol fue un duro golpe para la moral de los célticos que lo estaban haciendo mejor que su rival y tardaron algunos minutos en reaccionar.

No obstante, fueron recuperando poco a poco el mando del encuentro y las llegadas al área cada vez comportaban más peligro para la meta de un Molina bastante nervioso.

Al Celta le faltó el acierto de su oponente y una pizca de suerte en las oportunidades de que dispuso, la más clara y de gran belleza plástica un balón en parábola de Jesuli por encima de Molina que acabó al poste.

POSIBLES PENALTIS Antes, el conjunto olívico había reclamado un par de acciones dudosas en el área deportivista pero lo cierto e irrefutable fue, de nuevo, su endeblez defensiva con otro error en la entrega, esta vez de José Ignacio, que habilitó a Víctor para que este elevara el balón con sutileza ante la salida de Cavallero.

El Celta recibía un castigo muy severo e injusto del que trató de reponerse en la segunda mitad pero sus desgracias tendrían continuidad con nuevos errores, algunos propios de una pachanga circense.

El Deportivo se atrincheró bien atrás y, con una línea de cinco bien apoyada desde la banda por Víctor, solo tuvo que esperar los regalos de los simpáticos enemigos, encabezados por Angel y Cavallero.

Los goles, al final aplaudidos con recochineo por la afición local, acabaron formalizando la mayor humillación céltica de los

últimos tiempos que deja bajo mínimos la credibilidad de Miguel Angel Lotina al frente del banquillo vigués. Incluso, se puede dar la posibilidad de que el técnico riojano sea relevado tras los malos resultados del equipo en la competición liguera, aunque en Copa y en Liga de Campeones sigue bastante vivo.