He pensado que estaba en un barco a la deriva. Por eso, cuando en la puerta del autocar de mi equipo me han parado los periodistas les he dicho que me sentía con el deber de no tener que estar aquí, pero viendo cómo estaban las carreteras en la etapa del Aubisque, cómo nos han animado durante todo el día, otra vez un montón de público, he pensado que por mi patrocinador tenía el deber de correr.

Apenas hemos podido hablar del tema de Rasmussen durante la primera hora de la carrera. Había muchos intereses por puestos secundarios de la general y la clasificación por equipos. Nosotros no hemos pillado la escapada buena y hemos acelerado hasta el control de avituallamiento. Allí ha sido donde Menchov se ha bajado del Tour. Los corredores del Rabobank, como él, no tenían muchas ganas de tertulia. Lo cierto es que nadie en el pelotón acababa de comprender ayer qué es lo que había ocurrido realmente.

Menchov, antes de retirarse, me ha dicho que él no quería tomar la salida, pero que era el único que tenía esta determinación y que no quería dar el cante. Flecha es un ciclista que siempre está de buen humor y al que le gusta hacer muchas bromas. Yo he tratado de alegrarle un poco. "Lo que me falta ahora es bromear. No tengo ganas". Es lo que me ha contestado.

Ahora solo digo que dejen tranquilo a Contador. Acabo de escuchar por la tele que la primera pregunta que le han hecho vestido de amarillo era que si iba limpio. ¡Por favor! Si es un chaval. Dejémosle que intente ganar el Tour.