Si algo funciona no hace falta cambiar. Eso debe pensar Manolo Sanlúcar, que hoy da descanso a su plantilla antes de afrontar la semana clave del año, la vuelta de la eliminatoria contra el Fuenlabrada (domingo, 18.00 horas). Ayer tocó sesión de recuperación y hasta mañana los jugadores podrán desconectar.

Los serones plantean la semana como lo han hecho durante toda la liga. Quien seguro que no descansará, a pesar de que no se vista de corto, será el propio entrenador, al que le toca analizar todo lo que sucedió el domingo. Tras el primer asalto, el técnico gaditano ya conoce mejor y destaca las virtudes de su rival. «Tienen claro lo que hacen, cuándo tienen que tener el balón o cuándo tienen que meterse atrás a defender y salir con espacios; después del robo son muy buenos y a balón parado igual; me parece un equipo muy bueno».

Precisamente el hecho de no cambiar nada esta semana sigue la filosofía que se plantea el equipo allí. «El Villanovense va a hacer lo mismo, porque la idea de este equipo es siempre la misma», recuerda Sanlúcar.

El técnico de Bornos podrá contar con todos los jugadores excepto con Juanjo Serrano, por la rotura de sus huesos de la nariz. Parece que Jesús Rubio se encontró bien durante el choque y jugó sin molestias. Una vez superados los problemas de la rodilla lo que más preocupaba era el estado físico. «Ha terminado muy cansado, pero no podía ser de otra manera, en un partido de esta índole, con lo que se juegan los dos equipos, ahora tiene días para recuperar», aseguraba el entrenador de los serones. Iván Pérez, que se retiró con molestias, parece que estará en condiciones para entrenar al tratarse sólo de una sobrecarga.

Entradas / Además del trabajo de los propios futbolistas, el club se mueve en los despachos para preparar la expedición a Fuenlabrada. El estadio Fernando Torres tiene capacidad para unas 2.500 personas y los serones esperan conseguir el mayor número de entradas posibles. Saben que lo ajustado de la eliminatoria y la cercanía con Madrid provocará que muchos aficionados no se quieran perder el partido.

El domingo acudieron al Romero Cuerda unos 180 aficionados fuenlabreños, tres autobuses, pero el Villanovense sabe que el mismo número de entradas se quedaría muy corto.

En este caso, si no hubiera muchas entradas, se venderían solo a los socios, a un precio de 10 euros si el aficionado viaja por su cuenta y de 20 si lo hace en autobús. Como precedentes hay que recordar que en la eliminatoria de hace dos años contra el filial del Athletic de Bilbao se movilizó a más de 500 personas, a pesar de la distancia, y que a Barcelona fueron cerca de 3.000.

Por lo tanto, a la directiva del club le tocará negociar y seguramente a lo largo del día de hoy se conozcan más detalles del número de entradas y posibles combinaciones para acudir a Fuenlabrada.