ESPANYOL - 0: Kameni; Sergio Sánchez, Jarque, Pareja, Beranger; Valdo, Moisés Hurtado, Román Martínez (Lola, m.77), Nené (Jonathan Soriano, m.84); Luis García y Callejón.

BARCELONA - 0: Pinto; Puyol, Márquez (Víctor Sánchez, m.10), Cáceres, Sylvinho; Sergio Busquets, Gudjohnsen (Xavi, m.68), Keita; Hleb, Iniesta y Bojan (Messi, m.74).

ARBITRO: Muñiz Fernández (C.Asturiano). Amonestó a Luis García (m.17), Cáceres (m.45), Moisés Hurtado (m.48), Víctor Sánchez (m.66), Beranger (m.86) y Lola (m.89).

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey.

Cuando más elogios se vierten en el Barcelona, cuando todos le presuponen favorito para ganar todas y cada una de las competiciones en las que lucha, el equipo de Pep Guardiola sacó ayer una versión muy descafeinada. No sólo no fue capaz de pasar del empate sin goles ante el Espanyol, sino que además enseñó su juego más ramplón.

La primera parte dio muestras de que la Copa del Rey es diferente. Las grandes diferencias que existen en la Liga entre ambos conjuntos no se reflejaron en los primeros 45 minutos en el torneo del KO.

Si el equipo de Pep Guardiola encuentra una motivación especial en esta competición que se le resiste hace más de una década, los espanyolistas quieren ahogar sus penas ligueras en un torneo que le sonríe más.

El primer tiempo ofreció a un Barcelona inusual, sin sus grandes astros y únicamente con Andrés Iniesta como líder de un equipo más acostumbrado a ver los partidos desde el banquillo. Messi y Xavi, desde fuera, y Eto´o, sin ser convocado tras ser expulsado de un entrenamiento por su técnico eran sujetos estrictamente pasivos. Márquez tuvo que retirarse lesionado y en su lugar salió Víctor Sánchez.

SIN LAS ESTRELLAS Este particular once por el que apostó Guardiola no fue capaz de plantar cara a un Espanyol, que llevó el timón. Los locales fueron superiores, tuvieron más posesión de balón y fueron los que crearon las mejores ocasiones. Valdo, con un disparo seco que se fue por encima del larguero avisó y Luis García repitió con un tiro que casi encuentra la red. En los azulgrana, el único en llevar peligro tímidamente fue Iniesta.

La segunda parte tampoco ofreció un espectáculo vistoso. Ni blanquiazules ni culés fueron capaces de crear ocasiones de verdadero peligro y el tedio se apoderó de un partido que se mantuvo vivo únicamente por la emoción del marcador. Pero, como no podía ser de otra manera, el partido no vio tanto alguno. Y eso que al final Guardiola tiró de Xavi y Messi buscando la reacción, pero ya no hubo tiempo. A pesar de que dieron otro aire al equipo, no dispusieron de tiempo suficiente.