Miajadas: Romero, Bermúdez (min. 81 Mera), Toledo, Pedro Blázquez, Fran Díaz, Escudero, Barrantes, Tomás, Jonathan (min. 85 Abel), Rai, Toni (min. 78 Arturo).

Don Benito: Iñaki, Jony (min. 88 Juanma), Checo, Merino, Alex, Izquierdo, De la Rosa (min. 76 Roberto), Alfonso, Sergio (min. 85 Jorge), Gervasio, Serrano.

Goles: 0-1: min. 13 Escudero en propia puerta. 0-2: min. 19 Serrano. 0-3: min. 32 De la Rosa.

Arbitro: Pardo Martínez (3). Amonestó a Merino, Alex y a Sergio en el Don Benito.

Incidencias: Partido jugado en el Estadio Municipal de Miajadas. Campo muy blando por la lluvia. 300 Espectadores. Antes de comenzar se guardó un minuto de silencio en homenaje a un expresidente del RCD Español recientemente fallecido.

Muy fácil se le pusieron las cosas al Don Benito cuando en apenas media hora de juego ya iban con tres goles de ventaja. Tamaña efectividad es digna de elogio, ya que ese 0-3 lo consiguió en apenas tres llegadas. El Miajadas era quien llevaba la iniciativa, era quien tenía la posesión del balón, pero en ningún momento llego a inquietar la valla defendida por Iñaki.

Ya a los 13 minutos, el Don Benito se ponía en ventaja merced a un gol en propia puerta de Escudero, en el cual un resbalón de Romero y el pésimo estado del terreno, conspiraron para inclinar la balanza para los serones.

Y cuando más había adelantado sus líneas el Miajadas en busca del empate, el Don Benito anota el segundo gol tras una excepcional contra que culminó con un milimétrico centro de Gervasio a la cabeza de Serrano quien batió con facilidad a Romero.

Con el 0-2, la hazaña del empate todavía era posible, y el Miajadas se fue con toda la artillería arriba, pero salvo en dos disparos de media distancia de Rai y de Fran Díaz, el equipo local careció de puntería y de efectividad.

LA PUNTILLA VISITANTE Y cuando más atacaba el Miajadas, llegó el tercero del Don Benito para liquidar el pleito. El gol llegó tras un córner, el balón es despejado hacia el medio y De la Rosa con un medido remate al poste izquierdo de Romero consigue una diferencia ya insalvable.

La segunda parte fue bastante más deslucida, ya que el cansancio empezó a hacer mella en los jugadores. Además el campo se volvía cada vez más pesado, por lo que trasladar el balón con criterio era una tarea prácticamente imposible.

Las jugadas de gol fueron pocas y muy aisladas. El Miajadas seguía siendo quien tenía la posesión, pero casi nunca llegó a poner en peligro la valla de Iñaki.