España vivió el segundo episodio de su destierro en Pula, en la Copa Presidente del Mundial de Croacia, con profesionalidad y mostrando nuevamente una clara superioridad frente a su rival, ayer la selección de Argentina, a la que derrotó por 31-19. Este segundo partido de desconsolación en Pula nuevamente sobra en el subconsciente colectivo del equipo español. Argentina fue un buen sparring en la fase de preparación para el Mundial, en partido que se disputó en Algeciras a comienzos de enero.

Pero las distancias entre ambos equipos son enormes para que en competición el balonmano tenga emoción, aunque el equipo suramericano evidencia que sus pasos hacia la elite de este deporte van por buen camino.

FRACASO España, que ganó tras medallas en los últimos cuatro años en las tres competiciones más importantes del mundo (oro en el Mundial de Túnez, plata en el Europeo y bronce en Pekín) se ha visto abocado a disputar esta competición por el puesto 13 al 24 del Mundial. Las prestaciones de España en la primera fase resultaron un fracaso, así como la nueva convocatoria efectuada por el estrenado seleccionador, Valero Rivera. En esas condiciones quizá lo más difícil para el combinado español fue mantener la concentración durante todo el partido, puesto que sobre el resultado prácticamente no hubo ni habrá en un plazo corto sorpresa posible.