El estadio de Bessa, escenario del encuentro entre España y Grecia, está inspirado en los campos de fútbol ingleses, como lo demuestran sus líneas rectas y esquinas sin gradas, unas características que ha mantenido tras la remodelación afrontada con motivo de la disputa de la Eurocopa.

Ubicado en el centro urbano de la ciudad de Oporto, en el elitista barrio de Boavista, es un recinto de una capacidad reducida, de 27.516 asientos, y en el disputa sus partidos oficiales como local el Boavista Fútbol Club.

En la remodelación a la que fue sometido, al estadio Bessa se le añadieron nuevas gradas y se da la circunstancia de que aunque fue el primero en empezar la obras, fue el último en ser inaugurado, el pasado mes de diciembre, debido a que se quería hacer coincidir con las celebraciones del centenario del club del Boavista.