Alegría y especulaciones de futuro en la Plaza de Toros alicantina. El más contento era Rafael Nadal, que asumió su rol de doblista en el cuarteto español aunque matizó sus intenciones de llegar a tener una aportación más importante del equipo. "Mi continuidad en el equipo va a ser como miembro del equipo de dobles. Eso está claro. Aunque estoy cómodo jugando los individuales. Yo no soy doblista, soy individualista y esa es mi misión actual y para la final, mi puesto", aceptó el balear.

"Carlos Moyá y Juan Carlos Ferrero deben jugar los individuales de la final en condiciones normales. Si están bien, son los mejores", apuntó el jugador español, que hasta última hora de la noche del sábado no conoció que iba a jugar el encuentro de individuales.

"Se empezó a especular en la tarde noche de ayer y a última hora se decidió. Me quedé un poco sorprendido. Pero al mismo tiempo, me hizo alegría y sobre todo ilusión. También sentí responsabilidad porque era un momento importante", reconoció Nadal, que desveló que no tenía claro en esos momentos cual iba a ser su rival "si Paul Henri Mathieu o Arnaud Clement". Nadal ha disfrutado de dos momentos memorables este año en la Copa Davis. Primero en Brno, donde logró el punto definitivo de la eliminatoria frente a la República Checa frente a Radek Stepanek. El segundo, en Alicante, donde derrotó a Clement.

Satisfacción

"Han sido dos situaciones diferentes. En Brno estaba nervioso porque era la primera vez que jugaba en la Davis y era una superficie que no era la que más nos favorecía. Pero era fuera de casa. en esta ocasión ha sido en tierra. Ha sido mejor, he jugado mejor y todo ha sido más bonito porque tenía a la afición de mi parte. Estaba un poco nervioso también pero pronto lo he superado", apuntó el tenista.

"Hoy es el mejor día de mi vida. Pero también lo fue hace tres años cuando gané el título del mundo. Habrá otros que también sean el más feliz de mi vida", dijo Nadal, que no olvidó las dificultades por las que había transitado en el presente año cuando sufrió una fisura en el escafoides del pie izquierdo que le mantuvo tres meses fuera de las pistas.

La sede

Ahora la cuestión es saber dónde se jugará la final. El presidente de la Federación Española de Tenis, Agustín Puyol, aseguró "no temer" a las posibles presiones políticas a la hora de elegir el escenario del 3 al 5 de diciembre próximos.

"Cuando las decisiones se toman con convicción no hay temor alguno. Voy a tomar la decisión con el respaldo de los jugadores y los técnicos, bajo el criterio y el interés deportivo", señaló el presidente de la Federación Española en relación al insistente interés político, reconocido públicamente, por llevar la final a Madrid, candidata a organizar los Juegos Olímpicos del año 2012.

"No hay nada decidido todavía. Sólo puedo confirmar lo mismo que he dicho y he hecho hasta ahora. La decisión la vamos a tomar entre todos. Entre los jugadores y los técnicos y va a ser lo mejor para el equipo", indicó Puyol, que reconoció que Madrid, Sevilla y Barcelona son las opciones más claras para albergar la final.

"El presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, me ha ofrecido cualquiera de las ciudades valencianas, y también Canarias. Pero queremos resolver el tema en las próximas cuarenta y ocho horas. Entre otras cosas, porque no hay mucho tiempo para organizarlo y porque no quiero generar expectativas", apuntó el presidente de la RFET.