Por fin termina el calvario para el Extremadura, que hoy afronta contra el ya descendido Conquense el último partido de una temporada que para los azulgranas concluyó hace ya varias semanas debido a una de las peores rachas de resultados cosechadas en las últimas campañas.

Instalados en la zona media y sin más alicientes en juego que la dignidad de un equipo que en enero parecía el más firme candidato al ascenso, los pupilos de Iosu Ortuondo viajan a tierras manchegas con el objeto de cortar con una victoria la hemorragia de puntos sufrida en los últimos meses. Para ello, podrían tomar nota del encuentro de la primera vuelta (1-0). Viajan varios juveniles, que podrían incluso disputar minutos.