Como la verdad sólo tiene un camino, la expedición azulgrana viajó ayer a tierras melillenses para apurar el calendario que desprecintó ilusionado en septiembre más pendiente de acabar el duelo con un buen sabor de boca que pendientes de quimeras y sueños imposibles. El Extremadura se enfrenta esta tarde (18.00 horas) al Melilla y de poco le sirve aquello de ganar y esperar que el Cádiz pierda para buscar luego una renta superior a los nueve goles... Francisco ha trabajado psicológicamente toda la semana el factor matemático pero más que nada por lo que dicta su probada profesionalidad. El equipo saldrá a ganar en el Alvarez Claro pero es consciente de que hay otros resultados posibles. Quizás sea suficiente con conseguir olvidar por un momento la frustración del tramo final liguero y la decepción que ha terminado por representar finalmente.

MUCHOS CAMBIOS EN LA LISTA

El de Osuna presentó numerosas novedades en la lista de convocados que hizo oficial ayer. Se quedaron en Almendralejo los dos lesionados de larga duración, Emilio Alvarez y Juanma Acosta, y los que han entrado en el dique seco tras las últimas singladuras, Lolo, Elías, Torrecilla... Sin embargo también se quedaron, y como descartes no forzados, los Juan Alfaro, Rubén, Yoni, Alex, Jonathan... Por contra, fueron novedad en la nómina viajera Alberto, Samir y hasta Ramírez. La mala suerte del de Gargáligas con las lesiones a lo largo de la temporada tuvo siempre contestación en su enorme profesionalidad y eso parece ser lo que se premia con este viaje.

Intentar adivinar un once a estas alturas sigue siendo tarea difícil aunque quizas lo primero que habría que preguntarse es el esquema que dibujarán los azulgranas esta tarde. Podría tener vigencia lo que se ha trabajado a lo largo de la semana y, de ser así, el Extremadura jugaría con una defensa de cuatro, dos pivotes por delante, un media punta y tres puntas. Hay que hacer gol.