Hazaña histórica de la selección extremeña benjamín de fútbol sala masculino en el Campeonato de España celebrado en la localidad catalana de Salou. El combinado dirigido por Alfonso Rodríguez se proclamó campeón de España al derrotar a Aragón en la gran final del torneo por un tanteo de 4-2.

Los extremeños pusieron el colofón a lo que ha sido indudablemente un gran campeonato. Habían goleado para empezar a Melilla (8-0) y Cantabria (11-1) y después, en semifinales, dejaron fuera a la Comunidad de Madrid en la tanda de penaltis después de terminar el tiempo reglamentario con un 5-5.

Eso sí, en el último partido sufrieron enormemente ante un rival rocoso que vendió cara su derrota, no rindiéndose hasta el último momento.

RÁPIDA VENTAJA / Extremadura salió arrollando y tomó ventaja rápidamente con dos goles de Jaime y Manu Casero en los primeros minutos de partido. Lo que parecía un camino plácido, sin embargo, acabó complicándose merced a una notoria reacción de la selección maña en el tramo final del primer tiempo. Aragón recortó distancias con un tanto de Roberto en el minuto 8 y bien pudo empatar el choque en varias jugadas de peligro bien repelidas por Pablo.

El inicio del segundo tiempo fue otro de los momentos clave. Un gol de Ángel Moraleda nada más iniciarse el juego dio muchísimo aire a Extremadura, que aguantó el 3-1 durante gran parte del segundo periodo.

El juego se igualó en el último tramo del encuentro y ambas selecciones tuvieron opciones de marcar, pero los tantos se hicieron esperar hasta el último momento deparando un final de partido emocionantísimo.

Aragón, con otro tanto de Roberto, puso el encuentro al rojo vivo con el 3-2 a falta de dos minutos para la conclusión, pero un doble penalti ejecutado a la perfección por Manu Casero devolvió la tranquilidad en la jugada siguiente. Al final, 4-2 y explosión de júbilo generalizada desde el pitido final.

No fue la única alegría, ya que la organización otorgó al conjunto extremeño el premio al ‘Juego limpio’ por la deportividad que ha mostrado en todos los aspectos. Es un detalle que muestra bien el carácter de un grupo de jugadores muy unidos desde el inicio de las concentraciones preparatorias. El viaje, aunque largo, se convirtió en toda una fiesta.