El entrenador del Mérida, Fabri González, considera que la sanción que le ha impuesto el comité de dos partidos por su expulsión la pasada jornada frente al Marbella "es excesiva y me gustaría abundar en este tema, aunque tampoco puedo porque luego comentan por ahí".

Para el técnico, "nos anulan un gol legal, no le digo nada al árbitro, lo que hago es tirar los papeles y el bolígrafo al suelo, después de que me expulse sí se lo digo. Pero un error suyo es lo que crea todo el problema y, seguramente, si no puede pitar en Segunda B lo hará en división de honor o en donde sea y nosotros, que vivimos de esto, nos quedamos jodidos, es decir, para el que se equivoca no pasa nada y para el que no hace nada, castigo, pues que continúe el circo".

Lo que más le molesta a Fabri de los dos partidos no es la sanción en sí porque confía plenamente en su segundo, Javier de los Mozos "porque es una excelente persona y un gran entrenador", lo peor para él es que "están ahí esos partidos y uno luego se coge la fama".

Con respecto a su ubicación en el José del Cubillo en el partido de mañana ante el Portuense, el míster romano asegura que "voy a estar cerca del banquillo, pero también es cierto es que desde más arriba también se pueden ver más cosas, hay entrenadores que lo hacen durante la primera parte o incluso todo el partido". De todas formas "este cuerpo técnico no es sólo de domingos, está claro que estando en el banquillo se pueden dar voces, corregir cosas, etcétera, pero lo cierto es que nosotros trabajamos toda la semana".