La Federación Española de Baloncesto está estudiando una fórmula que sirva para compensar a los clubs de la liga LEB-1 por los nuevos gastos que supone el incremento de la competición de 16 a 18 equipos. La medida fue anunciada ayer por Javier Margolles, presidente del Farho de Gijón, una de las entidades que más se ha quejado por la decisión del pasado lunes de admitir al Cáceres, al Menorca y al Melilla.

Estas ayudas podría ser obtenidas a partir del canon de entrada que deben aportar los nuevos equipos, según el mandatario asturiano, aunque también se maneja la obtención de recursos a partir de nuevos patrocinadores de la propia federación.

Las reacciones positivas a la admisión definitiva del Cáceres en la LEB se siguen produciendo en la ciudad extremeña. El alcalde, José María Saponi, agradeció ayer a los empresarios el esfuerzo realizado para salvar económicamente al club después del llamamiento realizado por el ayuntamiento a las empresas privadas. "Ha sido un gesto muy de agradecer por tratarse de un equipo muy arraigado en la ciudad y porque apoyará en gran medida a una mayor difusión de Cáceres por el país", declaró el primer edil, quien pidió también el respaldo para el club por parte de la afición verdinegra.

BOHIGAS Y LOS CAMBIOS

El entrenador del conjunto cacereño, Ñete Bohigas, reiteró ayer a Efe que las bajas confirmadas de Iker Urreizti y José Antonio Ferrer "suponen un trastorno importante en la configuración del equipo", y que trabaja en acelerar la confección de la plantilla.

Urreizti, que tenía un precontrato con los extremeños, será presentado hoy mismo en León, mientras que Ferrer firmó la semana pasada con el CAI Zaragoza de Alfred Julbe. Precisamente éste será el primer rival del Cáceres en su debut en la LEB-1, de acuerdo con el sorteo realizado el martes en la FEB. Bohigas se limitó a catalogar al conjunto aragonés como "el principal favorito para lograr el título de campeón".