Hace once años el deporte cacereño ardía. No ha pasado tanto desde 1992: es apenas una estantería de una hemeroteca, o poco más de 4.000 días con sus 4.000 noches. En el año mágico del sueño olímpico barcelonés, Cáceres ebullía también con sus equipos, en lo que fueron apenas dos meses históricos: cuatro ascensos en otras tantas especialidades. Después de once años de lucha entre el lujo y la decadencia, todo aquel espíritu parece ahora resquebrajarse o, al menos, reformularse.

El éxito más resonante fue el del Cáceres, empujado por la colosal masa de fieles que crecía a cada partido de aquel sorprendente equipo que nadie dudó en calificar como de retales . Empezó una época de nuevas sensaciones, de crecimiento desmedido y muchas veces intuitivo. Mientras la flecha subía, aproximadamente hasta 1997, el Cáceres fue el referente del deporte de la comunidad, trascendiendo lo localista.

Con la final perdida de la Copa del Rey de León como icono, después los problemas económicos aparecieron hasta mezclarse dramáticamente con la cuestión deportiva. Resultado: el 3-V-03 también pasó a la historia como fin de una era, aunque quedan un montón de partidos hermosos y algo tan tangible como el multiusos Ciudad de Cáceres, construido por la Junta al albor de la explosión e inaugurado en 1999.

LOS DEMAS

A El Dorado del 92 no sólo acudió el deporte de la canasta. El Cacereño, por entonces un club más acostumbrado a militar en Tercera que en Segunda B, conseguía subir a la tercera categoría gracias a la desaparición del Málaga. El fútbol cacereño inició lo que puede considerarse como la época más continuada en Segunda B de su historia.

Con el protagonismo arrogado en el baloncesto, al Cacereño más le valió sobrevivir entre el cambio de posesión --Angel Carrasco le traspasó el poder a Félix Campo--, esperando sin duda su momento en una ciudad que se sabe futbolera . Esta campaña pudo llegar, pero el equipo de Ismael Díaz pasó de ilusionar a simplemente cumplir con la permanencia que se le pedía.

También en 1992 disfrutaron la Asociación Deportiva Extremadura de fútbol sala --entonces denominada EL PERIODICO EXTREMADURA-- y la Asociación Deportiva Cáceres de voleibol. Los primeros ascendieron a la División de Honor, plato sólo degustado en los 80 con la Distribuidora de Recambios y el Pescaderías Quico. Su presencia en lo más alto fue efímera y en los últimos años ha vivido cuatro descensos, el último ayer mismo, cayendo hasta la cuarta categoría, la Primera ´B´. Añorando al sucesor de un referente como Javi Sánchez, la entidad se llena de dudas.

El voley cacereño vivió en la temporada 92-93 la irreal experiencia de disputar la Liga Acevol, para la que había comprado los derechos. Se duró un año y entonces el club inició una sorda travesía que terminó hace doce meses. Su ascenso a la Liga FEV --segunda en importancia-- parece estar acorde a las dimensiones del club.