El culebrón Ciudad de Murcia dio un giro importante la semana pasada, justo antes de las elecciones, cuando Enrique Pina, propietario del equipo murciano, cambió de parecer y, en vez de variar la sede del club, lo que buscaba era la venta de las acciones.

A partir de esta nueva postura, la carrera por la compra tuvo varios líderes. Mérida parecía en ventaja la semana pasada. Después de las elecciones, cuando Angel Calle se asegura la alcaldía emeritense, algunos consideraron que sería mucho más fácil, pues el apoyo político que siempre ha pedido Fouto ya lo tenía, pero no es ni mucho menos suficiente, ya que las cantidades de las que se habla en esta puja giran alrededor de 20 millones de euros, que sí estarían dispuestos a pagar dos grupos de Granada.

Con ese dinero, Pina pagaría la deuda de su club que ronda los 7 millones, y con el resto compraría la mayor parte de las acciones del Cádiz. Ante esta situación, la prensa murciana descartaba a Fouto en la puja. Sin embargo, el miércoles Pepe Fouto llamó a Pina para conocer la situación y sigue realizando gestiones para ver si puede ofrecer una oferta similar a la que ha llegado desde Granada. Todo acabará el lunes, fecha límite que ha puesto Pina esperando que esta semana se pueda interesar algún empresario murciano, ya que preferiría que el club se no moviese.

DAVID PIRRI En la edición de ayer se informaba del futuro de la plantilla del Mérida, explicando los jugadores que mantienen contrato con el club y quiénes podrían seguir en el equipo. En el caso de David Pirri, hay que matizar que nunca se pretendió afirmar que el futuro del jugador catalán fuera unido al del entrenador Jaime Molina, sino que debido a la buena relación que existe entre ambos, podría ser un motivo a favor para que el jugador se quedara que el entrenador también lo hiciera, sin que la salida de uno suponga taxativamente la del otro o viceversa.