Después de acumular muchas batallas periodísticas a las espaldas, uno no deja de vivir experiencias nuevas casi a diario. Este oficio, por fortuna, te da la oportunidad de disfrutar o sufrir (depende) situaciones diferentes, algunas verdaderamente apasionantes y apasionadas.

El pasado sábado, por ejemplo, vivimos la presentación en sociedad del empresario chileno-mexicano Álvaro López. El tiempo dirá si todo lo que propuso y prometió se cumple, pero hay que reconocerle sus dotes para la comunicación y el espectáculo.

Enfrente estaban, además de los periodistas, alrededor de 150 aficionados, citados en un salón del Extremadura Hotel para plantear también sus sensaciones y sugerencias ante el jefe de la empresa IQ Finanzas. Todo estaba medido. Todo tenía su orden. Llegó a decir Álvaro López que no iba a hacer público su historial como empresario «porque a lo mejor estamos hasta mañana». Con todo lo que apuntó, con todo lo que ordenó, dando paso a los aficionados cuando correspondía, cortándoles sutilmente cuando las intervenciones eran largas...

Más allá de eso y si es o no creíble todo, el tiempo dirá si el nuevo proyecto es realmente válido. De momento, y en lo estrictamente deportivo, el CPC se postuló definitivamente para entrar entre los mejores con su victoria en Don Benito (0-2).

El papelón es ahora para el técnico, José María Rebollo. Lo que es innegable es que lo está haciendo realmente bien, resultados en mano. Ahora habrá que ver si realmente le dejan trabajar. La nueva propiedad le ha puesto bajo sospecha, eso es innegable, a lo que el cacereño ha respondido con victorias y, como ayer, con juego muy convincente. Pero en ello han tenido que ver también los nuevos fichajes. Insoslayable coincidencia. A ver cómo se gestiona también lo que pueda ocurrir.