Hace diez días llegó para firmar con el Cacereño, pero ese momento, el de la rúbrica en el contrato, se hizo esperar más de lo previsto. Pablo Gállego, el que hasta ahora es el último fichaje del CPC --el mercado está abierto hasta finales de mes--, convenció rápido a Aitor Bidaurrázaga. Casi no hacía falta. El técnico vasco ya conocía sus cualidades y sabía que necesitaba de un jugador así para su equipo. Puede jugar en ambas bandas, tanto de interior como de lateral, y es rápido, muy rápido, casi exagerando un poco como un fórmula uno. "Eso es lo que me ha pedido el míster", explica el joven jugador aragonés (Huesca, 1993), feliz por quedarse en el conjunto verde y con ganas de que lleguen las 20.00 horas del sábado para comenzar la temporada ante el San Roque de Lepe.

Velocidad, mucha velocidad. Lo que Bidaurrázaga quiere de Gállego es que sea muy vertical, que enfile directo hacia la portería rival, como una bala, y que sea capaz de sacar ese último pase que permita a sus compañeros rematar la jugada.

Mucha carga física

"Podemos hacer una buena temporada", vaticina el jugador, feliz por quedarse en un vestuario en el que se ha sentido como en casa "desde el minuto uno". "La integración ha sido muy sencilla, los veteranos nos están ayudando mucho".

Reconoce Gállego que mirando solo los números la pretemporada del Cacereño no ha sido buena, "ha sido discreta, pero eso no es lo importante ahora. Hemos tenido una carga física muy dura, y eso sí es lo que cuenta. Hay que prepararse para la temporada, que es muy larga. Por eso ahora da igual ganar o perder los partidos, creo que lo que cuenta es otra cosa".

Añade, también, que jugar un amistoso no es lo mismo que un partido de competición. Y lo dice él, que hasta el lunes estaba a prueba y en todos los encuentros de rodaje estaba jugándose el contrato de la temporada. "Creo que el equipo sale con mucha fuerza de la pretemporada. A partir de ahora sabemos que jugamos por toda esa gente que nos apoya".

Criado en las canteras del Zaragoza y del Huesca, la temporada pasada jugó en el Grupo II de Segunda B. El IV, históricamente catalogado como muy duro, es toda una incógnita para él. "El Grupo II es muy físico. En el IV ya veremos qué me encuentro". No tendrá que esperar mucho. El sábado empezará a conocerlo.