Jaime Gavilán, centrocampista del Getafe, llegó ayer a Madrid, tras pasar la noche en un hospital de Atenas por culpa del golpe que sufrió en su cabeza durante el encuentro que jugó su equipo ante el AEK de Atenas, y declaró que tiene "suerte de estar vivo".

El jugador cedido por el Valencia sufrió un fuerte golpe al saltar por un balón en el minuto 60 del partido ante los griegos. Perdió el equilibrio al chocar con un rival y cayó al césped de cabeza y sobre su cuello sufrió todo el peso del cuerpo. Los servicios médicos le colocaron un collarín en el terreno de juego, que abandonó en una camilla rumbo a un hospital.

Casi 24 horas después del incidente, el jugador, más tranquilo, reconoció que prefiere "no ver las imágenes" por televisión y destacó que ahora ve la vida "de otra manera". Asimismo afirmó que no recuerda "nada".