Las infraestructuras deportivas no resisten el temporal. Problemas en distintos recintos de la geografía extremeña han entorpecido el trabajo habitual de varios equipos importantes de la comunidad en las últimas horas.

En Plasencia se produjo la lesión del americano Cris Clarkson, que le puede impedir que salte mañana al Pazo dos Deportes de Ourense, contratiempo que se reflejaba en la cara de preocupación y a la vez desesperación del técnico Ñete Bohigas.

Clarkson, uno de los jugadores más en forma y más resolutivo del equipo en este tramo de temporada, sufrió en la mañana de ayer una caída al resbalarse en el parquet de La Bombonera por culpa de las goteras que padece el pabellón. Lo que en principio pareció un resbalón sin consecuencias, se tornó en desolación al momento, ya que el dolor en el pie de Clarkson le impidió continuar. El técnico decidió ahí dar por finalizada la sesión a pesar de llevar menos de una hora. Antes, también sufrió otra caída Kerry Blackshear, aunque sin consecuencias.

Las lluvias están pasando factura a los entrenamientos, ya que sus sesiones en el pabellón, de titularidad municipal e inaugurado en el año 1991, se realizan en condiciones tercermundistas, con cubos sobre el parquet para recoger el agua y con toallas desplegadas por todos lados. El agua se cuela por todas partes, y donde literalmente llueve, es tras la canasta sur, sin cristalera arriba. La situación no es nueva. Las sucesivas promesas, con proyectos anunciados, no se han hecho efectivas.

En el Multiusos de Cáceres también se han visto toallas para secar el parquet al entrenar el Cáceres, aunque el problema no ha sido tan grave. El agua se cuela en pequeñas cantidades "con el viento", según responsables de la instalación, sobre la que también se critica el frío habitual.