Chile se clasificó para la final de la Copa Confederaciones al derrotar a Portugal en la ruleta rusa de los penaltis (3-0) con Claudio Bravo como héroe, ya que paró los tres penaltis lanzados por los futbolistas portugueses.

El fútbol premió al más valiente, ya que Chile atacó más y dispuso de las mejores ocasiones de gol y disputará el domingo en San Petersburgo la final del torneo ante el ganador de la segunda semifinal entre Alemania y México, hoy a las 20.00 (GolT).

Fue un partido trabado en el que Chile quiso el balón, pero le faltaron fuerzas para desarbolar a la defensa rival, y a Portugal le sobró oficio, pero careció de ambición, en lo que pareció una repetición de la Eurocopa, aunque ésta vez le salió cruz.

Cristiano, que no dejó de quejarse al árbitro durante todo el partido, no tuvo su día, aunque lo intentó de cabeza, a balón parado y al contraataque, pero según avanzaba el partido pareció acusar el cansancio.

Salió mejor Portugal. Primero probó André Silva desde fuera del área tras una recuperación de Carvalho y después Cristiano avisó de cabeza a Bravo. Pero fue Chile quien dispuso de una ocasión que pudo cambiar el partido cuando Vargas se quedó solo ante Rui Patrício.