Lewis Hamilton no podía elegir mejor escenario, en el templo de la velocidad y frente a su público, para exhibir todo su talento, todo el poderío de su Mercedes y dar un golpe al Mundial con un grand slam (pole, vuelta rápida y victoria) que le deja a solo un punto del líder, Sebastian Vettel. Con cuatro triunfos en Silverstone, el inglés iguala a mitos como Jim Clark y Alain Prost, camino del que podría ser su cuarto título. Hamilton dominó de principio a fin con tal superioridad que estaba más pendiente de la remontada de su compañero Valtteri Bottas frente a los Ferrari, que acabaron pinchando por apurar su gomas en exceso.

Vettel se borró de la lucha por el triunfo en la primera vuelta, cuando Max Verstappen le ganó la tercera posición. La recuperó 18 vueltas después en una parada en boxes, pero esa pelea, además de alejarle de Hamilton y de su compañero Kimi Raikkonen, permitió acercarse a Bottas, que salía noveno. A siete vueltas del final, el finlandés adelantó a Vettel y dio un paso más hacia su renovación, porque de nuevo hizo el trabajo que se espera de él en Mercedes: restar puntos al alemán.

En el esfuerzo por contener a Bottas, los dos Ferrari apuraron de forma extrema el neumático delantero izquierdo hasta sufrir un pinchazo por blistering, por sobrecalentamiento. A dos vueltas del final pinchó Raikkonen -entró en boxes y salvó el podio- y en la última vuelta pinchó Vettel, que cruzó la meta con el coche en llanta, en una séptima plaza que, al menos, salva su liderato.

Por detrás, los nervios de Daniil Kvyiat ante su incierto futuro volvieron a tener consecuencias. El ruso se fue largo en las enlazadas y al volver a la pista golpeó a Carlos Sainz, su compañero en Toro Rosso, que abandonó con el coche deshecho. Fernando Alonso tampoco acabó una carrera que comenzó último. «La bomba de gasolina es la versión oficial de la retirada. No estaba en los puntos así que duele un poco menos», explicó el asturiano, que no tiene «ninguna esperanza para Hungría. No hay ni habrá ninguna revolución».

Tras asumir la penalización de 30 posiciones en la parrilla de salida -motivada por la sustitución de múltiples componentes del motor suministrado por Honda- y el abandono en la carrera, Alonso valoró el fin de semana como «complicado». «Llevamos cuatro o cinco grandes premios rozando la Q3 y los puntos, pero la fiabilidad sigue siendo una de las cosas que tenemos que mejorar. En Hungría esperamos hacerlo mejor y terminar la carrera», agregó.

Mientras, Carlos Sainz indicó, tras abandonar en la primera vuelta al ser embestido por su compañero en la escudería Toro Rosso, que el tema se tratará «internamente» aunque mostró su decepción por retirarse «por un problema ajeno». «Aunque no estaban pasando muchas cosas, se podía haber hecho una buena carrera. Retirarte en la vuelta 1 por un problema ajena a ti no gusta», dijo. Carlos Sainz, quien encadena dos abandonos, deseó que esta mala racha «termine pronto». «No queda otra que pensar en Hungría», agregó. «Yo tengo ganas de mucho más que esto. Tengo ganas de estar delante, en los puntos. Cuando te pasa algo así no puedes hacer nada, hay que pasar página rápido», sentenció.