Lewis Hamilton (Mercedes) añadió presión a Sebastian Vettel (Ferrari) al recortar a siete puntos su ventaja al frente del Mundial de Fórmula Uno, tras ganar este domingo el Gran Premio de Bélgica, en Spa-Francorchamps, la ‘pista talismán’ de Michael Schumacher, homenajeado por su hijo Mick en los prolegómenos de la carrera.

Hamilton, de 32 años, que el sábado había igualado la plusmarca histórico de ‘poles’ (68) del ‘Kaiser’ bordó su bicentenario Gran Premio anotándose su quinta victoria del año.

Daniel Ricciardo (Red Bull) le supo sacar partido a la entrada en pista del coche de seguridad que convirtió en una carrera a once la prevista inicialmente a 44 vueltas, en la que Carlos Sainz (Toro Rosso) sacó otro punto, al acabar décimo; y Fernando Alonso volvió a sufrir el lastre del motor Honda de su McLaren, antes de abandonar en el vigésimo sexto giro.

La primera mitad de la carrera dejó las sanciones, de diez y cinco segundos, por acciones antirreglamentarias, a Kimi Raikkonen y a ‘Checo’ Pérez, respectivamente. Y al ecuador de la misma, tras 22 vueltas, se llegó con Hamilton liderando con 1,7 segundos sobre Vettel y Bottas.

A pesar de las subsiguientes quejas de Hamilton, que afirmaba que era innecesario, porque la pista no estaba sucia, la dirección de carrera decretó entrada del coche de seguridad, que añadió emoción al desenlace. Todos entraron a sustituir sus neumáticos, y tras haber cambiado de ultrablandos a blandos (el más duro de los tres compuestos), los dos Ferrari y Ricciardo regresaron a ultrablandos, mientras que los Mercedes repitieron compuesto.

Vettel lanzó entonces un brutal ataque a Hamilton, que resistió la embestida. Con 213 puntos estará ahora a solo siete del alemán, una semana antes de acudir a Monza.