España está ganando casi tantas carreras en los despachos como en la pista en los Mundiales de Osaka, que ayer vivieron un nuevo episodio de protestas, reclamaciones y apelaciones. Juan Carlos Higuero podrá disputar la final de los 1.500 metros de mañana porque prosperó su petición de ser recalificado tras una semifinal con muchos incidentes que le había dejado, en principio, fuera de los cinco puestos (o los dos mejores tiempos) que daban acceso a la carrera definitiva por el título.

Apenas 36 horas después de que Paquillo Fernández salvara la medalla de plata que conquistó en los 20 kilómetros marcha gracias a una decisión del jurado de apelación de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), la delegación española volvió a recurrir a esa instancia para defender los intereses de Higuero, pisoteados en la pista del Estadio Nagai en una semifinal que se ensució de mala manera en la última vuelta.

MANOTAZOS DE BAALA El atleta burgalés, que buscaba entrar en su tercera final mundialista para intentar mejorar su 11º puesto del 2003 y el 6º del 2005, había controlado sabiamente la carrera hasta que sonó la campana, avisando de que solo faltaba una vuelta, 400 metros. Dueño de la cuerda del oval, Higuero impidió un primer ataque por el interior del campeón europeo Mehdi Baala (Francia), que se refrenó momentáneamente, pero que volvió al ataque en la recta final. A falta de unos 50 metros, el francés apartó de dos manotazos al marroquí Yusef Baba y al etíope Mekonnen Gebremedhin, que a su vez se precipitó sobre Higuero, al que casi hizo caer.

El español, que ya había sufrido agarrones y empujones anteriores del etíope, se desestabilizó, se vio frenado en su carrera y perdió toda opción de entrar entre los cinco primeros. Lo hizo en novena posición, indignado. "Me han sacado de la pista, no me han dejado correr", decía el campeón español de 1.500, cuya protesta prosperó.

El jurado de apelación, tras repasar varias veces el vídeo de la prueba, decidió descalificar a Baala (cuarto), repescar en su lugar al sexto, el neozelandés Nicholas Willis, y recalificar a Higuero y al marroquí Baba. La final se disputará mañana (15.05 horas) con 14 atletas en la pista, incluidos los también españoles Arturo Casado y Sergio Gallardo, que se metieron en la otra semifinal, el primero al ser tercero (en una carrera ganada por el vigente campeón, el bahreiní Rashid Ramzi) y el segundo por tiempos.

POR MERITO PROPIO "He corrido para clasificarme y merezco estar en la final", aseguró ayer Higuero tras conocer, en la medianoche de Osaka, la decisión de la IAAF de permitirle correr otra vez. Gallardo, que corrió 400 metros sin una zapatilla, tampoco entendía la eliminación momentánea de su compañero: "No puede ser que el León no esté, no podemos dejar a España sin representantes en la final, es inviable".