Varios centenares de hinchas radicales del Sevilla causaron destrozos en la confluencia de las avenidas de Eduardo Dato y San Francisco Javier, junto al estadio Sánchez Pizjuán, al confirmarse que no podrían asistir al partido entre el Betis y el Sevilla.

Según informó un testigo presencial, los aficionados sevillistas que esperaban el reparto de las 300 entradas prometidas por el Betis volcaron contenedores y destrozaron mobiliario urbano, cuando la Policía trató de dispersarlos.

Betis y Sevilla habían acordado un intercambio de entradas en esta eliminatoria de Copa pero el club verdiblanco adujo que no tenía dónde ubicar a los hinchas del eterno rival debido a que tiene inutilizada la zona de su estadio reservada para los seguidores visitantes.