CACERES 2016 - 91: Carlos Cherry (30), Xavi Forcada (0), Lucio Angulo (9), Shawn Taggart (2), Drew Naymick (13) --cinco inicial-- Perico Sala (0), Francis Sánchez (16), Gio Dedas (3), Diego Guaita (2), Kaspars Bierzins (16).

LECHE RIO BREOGAN - 90: Nacho Ordín (10), Betinho (12), Jeff Xavier (17), Jeff Adrien (16), Eric Coleman (6) --cinco inicial-- Jordi Vallmajó (7), Alberto Corbacho (10), José María Balmón (8), Javi Román (3), De la Fuente (1).

MARCADOR POR CUARTOS: 18-27, 41-51, 67-62 y 91-90.

ARBITROS: Uruñuela y Santana. Eliminado: Angulo (min. 39).

Cuarta victoria consecutiva, sexta en los últimos siete partidos, séptimos en la clasificación y excelentes sensaciones, sobre todo tras el descanso. El Cáceres 2016 sigue buscando su techo, porque no lo encontró frente al Leche Río Breogán en un vibrante partido (91-90), resuelto a favor gracias a una briosa reacción en la segunda parte. El emocionante final fue la culminación a un choque excelente en muchos sentidos y en el que el grupo de Gustavo Aranzana confirmó su progresión, que vivirá otro exigente episodio el domingo ante el líder, el Melilla.

Dentro de un buen tono coral, el mejor volvió a ser Carlos Cherry, máximo anotador (30 puntos), reboteador (6) y asistente (7) del equipo, una estadística para enmarcar que, aún así, no explica del todo su enorme ascendencia sobre el juego y su influjo en los partidos.

Pese a todo, la historia no empezó bien para un Cáceres quizás demasiado revolucionado, confiado en el estado de gracia que le ha caracterizado últimamente. El Breogán llegaba aparentemente tocado después de varias derrotas feas, pero salió sin complejos para devolver la paliza encajada en la primera vuelta (79-105).

Los lucenses mostraron una alegría en ataque inusitada, atacando el aro fieramente. A los tres minutos, los locales ya perdían 2-10; a los seis, 7-18 y al quince segundos para el final del cuarto, 15-27. Esta vez no salió sacar a Xavi Forcada en lugar de Francis Sánchez como titular. Y Naymick, con dos faltas.

18-27, minuto 10. El panorama no tenía buena pinta, desde luego. Este equipo si quiere llegar a algo esta temporada tiene que ser sin creerse un ápice que es intocable y que puede ganar los partidos con la gorra.

El segundo cuarto trajo la alerta naranja : 23-38, min. 16. El Breogán seguía jugando con una enorme comodidad, generando con mucha facilidad las ventajas que ocasionaban sus canastas, y cargando con mucha fuerza el rebote ofensivo. Tras ver que su segunda unidad no funcionaba, Aranzana volvía a recurrir a Naymick, Cherry y Taggart, aunque este último duró poco en pista, enojado el técnico con su falta de atención bajo los aros.

Con 33-49, y algunos en la grada conteniéndose por poco los silbidos, el Cáceres volvió a meterse insospechadamente en el partido en el minuto final del cuarto. Cherry anotaba seis puntos seguidos en el arranque de su recital. 41-51 al descanso no era mal resultado para lo que se había visto.

REMONTADA ´INTERIOR´ Si el desangramiento se había producido en el primer tiempo por el trabajo en las zonas, la recuperación en el segundo fue gracias precisamente a los pívots. Bierzins y Naymick sembraron el pánico, el primero con sus triples y descaro ofensivo y el segundo por su inacabable brega.

Con el público también metidísimo en faena y Cherry en plan jugón , la diferencia se fue recortando poco a poco para primero desaparecer y luego volverse a favor de los cacereños, que encararon el último cuarto por delante (67-62).

Esos diez minutos finales empezaron con un triple de Francis (70-62, increíble parcial de 37-13), pero aún quedaba por remar, porque el Breogán no se rendía y llegó a recuperar la iniciativa (80-81, min. 39). Cherry, el héroe, apareció entonces con un triple estratosférico, al igual que Berzins. Francis no falló desde el tiro libre, aunque hubo suspense hasta el último segundo con una pérdida de balón que Betinho no aprovechó ante el júbilo general.