Cuando el dinero no cuenta, el número de yates supera el de la flota de muchos países y es imposible recordar las villas y los dígitos en la cuenta bancaria, ha llegado el momento de darse un último capricho: comprar un club de fútbol inglés. Los oligarcas rusos, los magnates indios del acero o los jeques del Golfo que todo lo tienen, no buscan beneficios en el balón, sino publicidad y prestigio. Más de la mitad de los 20 clubs de la Premier están en manos de multimillonarios, la mayoría de ellos extranjeros.

LISTA INACABABLE El desembarco, nada discreto, de la familia real de Abu Dabi en el Manchester City, ha dado un salto cualitativo en una tendencia que no respeta la lógica del mercado. Aquí, las pérdidas no importan. El interés creciente en Oriente Medio por el fútbol, ha convertido a las potencias petroleras en nuevos compradores potenciales, capaces de trastocar el paisaje futbolístico. El Abu Dabi United Group (ADUG) se ha quedado con el City por 250 millones de euros y ha puesto la guinda a la operación, pagando al Madrid 42 millones por Robinho, con el morbo de arrebatárselo a Roman Abramovich.

Además, los jeques han anunciado una delirante serie de fichajes, que harían del ruso y el Chelsea los pobres de la parroquia. Sulaiman Al-Fahim, que ha puesto rostro a la compraventa, dice estar dispuesto a pagar 170 millones de euros por Cristiano Ronaldo y lo que haga falta, para que el Manchester City esté en lo más alto. "¿Dónde irán ahora clubs como el Liverpool, Newcastle o Aston Villa si la Visa oro no les da entrada a la sala platino de este spa para multimillonarios?", se preguntaba el miércoles The Times .

MODESTO CLUB El Madrid habría rechazado una oferta por el holandés Ruud van Nistelrooy, pero la chequera estaría lista para pujar por Henry, Villa, Cesc y Torres. "Vamos a ser el club más grande del mundo, más que el Madrid y el Manchester United juntos", anuncia con gran fanfarria Al-Fahim. Mientras algunos hinchas del City ya imitan su pañuelo blanco y azul, el resto de Inglaterra se lleva las manos a la cabeza. "El asombroso enfoque de el dinero-no-es problema amenaza con poner al fútbol inglés del revés", sentencia The Sun .

The Citizens, el nombre de los aficionados de este modesto club con solera, misérrimo en títulos y ninguneado por el United, están escarmentados. Hace un año, el futuro parecía sonreírles, cuando el club fue adquirido por el exministro tailandés Thaksin Shinawatra por 110 millones de euros. Pero los problemas políticos y el procesamiento posterior por corrupción en su país, con el bloqueo de las cuentas bancarias, le han obligado a la venta. El acuerdo con ADUG se ultimó, con gran sigilo, en un hotel de Londres el pasado lunes, con la multimillonaria Amanda Staveley (que rechazó la oferta de matrimonio del príncipe Andrés de Inglaterra) como celestina. Los flecos pendientes se resolverán en las próximas semanas, una vez concluido el ramadán y tras ser examinados los libros de cuentas del club.

PERDIDAS NOTABLES Invertir en el fútbol inglés quizá dé prestigio, pero lo que sin duda acarrea son pérdidas. El egipcio Mahamed al-Fayed, famoso dueño de Harrods y del Ritz en París, fue el primero en comprar uno, el Fulham en 1997, pero no ha sacado ni un penique. Abramovich tiró la casa por la ventana con el Chelsea, dejándose una fortuna en un lustro, y los negocios parecieron guiar al estadounidense Malcolm Glazer, cuando en el 2005 aterrizó en el United.