Uno de los mejores futbolistas de la liga, Joaqui Flores Casado (Badajoz, 4-6-1984), prepara su regreso con la camiseta del Club Deportivo Badajoz tras ocho partidos ausente por lesión. Al centrocampista pacense, desequilibrante y decisivo en la mayoría de partidos, no le han respetado las lesiones por ahora.

Cuando iba a reaparecer tras una rotura en el isquiotibial que se produjo ante el Olivenza en el Nuevo Vivero, Joaqui volvió a lesionarse, esta vez en el calentamiento del partido ante el Pueblonuevo, sufriendo una rotura fibrilar entre el gemelo y el músculo. «Me iba a dar unos minutos el míster, estaba dando toques con la pelota y noté un pinchazo fuerte. En la ecografía del día siguiente se confirmó la lesión. Me hice analíticas de sangre y está todo bien. Espero que sea casualidad porque llevo una rachita bastante mala», declara.

El futbolista ya está «mucho mejor, entrenando con el grupo, metiéndome poco a poco y a ver si el jueves puedo ya hacerlo todo con el grupo. Estoy tocando balón y no noto apenas molestias en el gemelo».

MOTIVACIÓN / Su equipo está notando mucho su ausencia aunque él asegura que sus compañeros lo están haciendo muy bien. «Me duele porque me encontraba bien, estaba haciendo goles, ayudando al equipo y físicamente estaba bien. Pero son cosas del fútbol. A ver si el domingo en Azuaga puedo jugar unos minutos para ayudar al equipo si el míster lo decide. Veo al Badajoz muy motivado, ahora tenemos unos partidos muy difíciles y hay que dar la cara y demostrar que hay que luchar por el campeonato».

Joaqui destaca que «Azuaga es un campo bastante complicado, pero tenemos que salir a por todas. No podemos buscar empates ni nada, ganar, sumar de tres en tres aunque ellos se están jugando estar entre los cuatro primeros».

Reconoce que «en mi tierra, con la afición que me ha acogido muy bien, he tenido confianza y me he notado cómodo. Yo no estoy acostumbrado a jugar de delantero porque lo he hecho en banda pero cuando decidió el míster ponerme arriba se me dio bastante bien. Fue en el partido en casa con el Montijo y después en Valdivia. Marcaba goles, tenía confianza y estaba bien, pero ahora quiero ayudar al equipo a luchar por el primer puesto ante el Cacereño».

Joaqui es tan querido en Badajoz que hasta tiene una peña con su nombre. «Decidieron unos amigos del barrio del Cerro de Reyes que han ido a verme jugar casi siempre cuando he jugado por aquí cerca. Pensaba que iban a ser 15 o 20 pero están casi 70... Se ha unido gente de Badajoz que me conocía y para mí es un orgullo».

A sus 32 años tiene muchas ganas de hacer cosas en el fútbol, la más inmediata el ascenso del Badajoz a Segunda B. “Es una obligación y desde que llegué aquí dije que si no ascendía para mí era un fracaso personal y daré todo lo que pueda y ojalá el Badajoz este año por afición, ciudad, club y por todo logremos el ascenso que todos queremos”.

El futbolista cree que hay tiempo de cazar al Cacereño tras los 4 puntos que les separan. «No podemos pinchar más, no dejarnos más puntos en ningún partido y llegar con opciones a cuando lleguen al Nuevo Vivero y salir a por todas y ganarles. Todavía queda mucha liga y que a final de liga el Badajoz quede primero y ascienda de categoría».