El equipo español siente ya el cosquilleo en el estómago y las ganas de pisar oficialmente la pista central instalada en el Estadio Olímpico de la Cartuja para medirse a Estados Unidos e iniciar el asalto y la conquista de la segunda Copa Davis.

A excepción de pequeños remates en las instalaciones, todo está preparado en el ánimo de los protagonistas de la cita. El propio Juan Carlos Ferrero, tras realizar ayer el mejor de sus entrenamientos y olvidarse casi por completo de su pequeña ampolla en la mano derecha señalaba que su talante se ha reforzado. "La sensación es muy buena, todo está muy bien, casi perfecto, me he entrenado súper bien", comentó.

A la espera de que llegue el sorteo de hoy (11.00 horas en la propia pista central), Ferrero nota ya que sus ansias de jugar se transforman en impulsos. "Cuando me voy a acostar siento ya que todo se acerca y un cosquilleo por la barriga", dijo.

En el caso de Carlos Moyá, su mente se ha puesto a funcionar de forma más racional. "A medida que se acerca el momento nos damos cuenta que todo va cambiando y hay mas nervios por dentro. Tenemos que intentar que transformarlos en motivación y fuerza", señaló el de Palma de Mallorca.