El técnico del Alcalá, Antonio Gil, declaró que "el partido tuvo dos caras. Con once, fuimos muy superiores; pero con diez, el Mérida nos complicó muchísimo".

Gil se quejó del arbitraje: "El árbitro nos ha machacado. Los árbitros de Melilla son muy caseros. La roja de Alex era como mucho falta y si acaso amarilla".