Vuelven a encontrarse esta noche en el Bernabéu (23.00 horas, TVE-1), casi tres meses después de disputar la final de la Liga de Campeones y tanto el Madrid como el Atlético tienen bien presente lo que pasó en Lisboa. Pero no tiene nada que ver. Ni el estado emocional es parecido, ni las plantillas son las mismas, sobre todo en el caso de los rojiblancos, ni el momento para jugarse el primer título de la temporada es el más adecuado, según se encargó de reseñar ayer Diego Pablo Simeone, el entrenador del Atlético, que, como el año pasado ante el Barcelona, vuelve a sentirse en desventaja pero no renuncia a dar otro paso adelante con un triunfo de gran impacto sobre el campeón y supercampeón de Europa.

Hace 12 meses perdió el equipo rojiblanco ante el Barça, sin caer derrotado en ninguno de los dos partidos, y su entrenador lo firmaría ahora mismo si le garantizan volver a levantar el título de Liga, alcance o no otra final de Champions. A Carlo Ancelotti tampoco le supondría ningún quebradero de cabeza ceder este título si el conjunto blanco es capaz de repetir lo del curso pasado. De entrada, no acepta la condición de favorito.

Tampoco le da dolores de cabeza al técnico italiano no haber ganado ninguno de los encuentros de preparación porque el rendimiento ante el Sevilla en Cardiff, en el primer partido oficial, fue sobresaliente y el trofeo ya está en las vitrinas madridistas. Tampoco para Simeone es un dato relevante que su equipo haya rendido mejor en los partidos de rodaje. Con la Liga a la vuelta de la esquina, el técnico italiano admitió que él considera esta Supercopa como una prolongación de la pretemporada, mientras que para el argentino es algo extemporáneo por tener que jugársela a dos partidos.

Ancelotti confirmó que Casillas será titular, pero no garantizó que vaya a serlo en el partido de vuelta, el viernes en el Calderón. Tampoco adelantó quién será el titular en la Liga el lunes ante el Córdoba.

Simeone, por su parte, recalcó que "no tiene sentido hacer dos partidos como estos ahora, a punto de empezar la Liga, pero paga la televisión. Una final es una final, no dos finales. Esto es más económico que real". Añadió que el objetivo del Atlético es equilibrar el choque de ida y explotar sus verdaderas posibilidades en el Calderón. Reiteró, cara a la Liga, que la realidad de su equipo "es mirar al Sevilla, al Valencia y al Athletic para luchar contra ellos y aspirar a esa plaza que da derecho a la Champions".