La Vuelta a España 2010 está tan al rojo vivo como el jersey de líder que Igor Antón conquistó ayer por la tarde en la cumbre de Pal. El corredor vasco se presentó en la cima andorrana como siempre lo han hecho las grandes figuras de este deporte: en solitario. Solo y sin que nadie le hiciera sombra se apropió del gran botín, triple premio: victoria de etapa, liderato y bonificación. Mejor imposible.

Antón puso a su equipo, el Euskaltel, con el corazón en un puño en los kilómetros previos a la ascensión a Pal. ¡Iba el último del pelotón! ¡Pedía geles de hidratación rápida! El Katusha, el equipo del hasta entonces líder, Purito Rodríguez, aceleró. Antón caería fulminado en la cumbre andorrana. ¿O no?

Ni iba mal, ni sufría. Engaño perfecto. Estrategia inteligente. No solo se desgastó el Katusha, sino que Purito se creyó más fuerte de lo que realmente estaba. "Me he confiado. Me han sacado de punto". Fue la confesión del ciclista catalán. Saltó sin pensárselo dos veces tras Ezequiel Mosquera, que parecía ascender sin cadena. Vincenzo Nibali hizo igual. Los dos sucumbieron tras el gallego. El catalán más que el italiano.

EL LISTO DE LA CLASE Mucho más listo fue Antón. Ya había destrozado al conjunto ruso de Purito y estaba a punto de destronar a su rival en la general. Mosquera subía tan fuerte que hasta se reventó a sí mismo. Antón con pedaleo regular, con la cabeza puesta en su sitio, ascendió no solo la cima de Pal, sino los primeros peldaños hacia la gloria ciclista. Ayer, en Pal, dejó de ser a los 27 años la eterna promesa del ciclismo vasco --una más en una cantera inagotable-- para ser una realidad. Lo que hizo fue obra de un as del pedal. Goza de 45 segundos de ventaja sobre Nibali y --atención a este nombre-- 1.04 minutos con Xavi Tondo, que fue de menos a más en Pal, también con la calculadora en el manillar, para situarse tercero de la general, superando también a un Purito que, pese a perder un minuto en Andorra, no está ni mucho menos descartado en esta Vuelta que hoy llega a Lleida.

"He jugado con frialdad. Había que ahorrar fuerzas porque pese a ir de líder sigo temiendo al día malo". Palabra de Antón. El ciclismo del 2010 no es como el de antes. La humanidad se ha apoderado del pelotón. Si se hacen exhibiciones se pagan. Las pócimas mágicas que camuflaban todo --o eso es al menos lo que hay que creer-- se han arrojado a la basura. Por eso, no se ataca desde lejos. Por eso, el que gana el Tour (léase Alberto Contador) se lo piensa dos veces a la hora de apuntarse a la Vuelta. O falla Purito . Hay que correr regulando. Y eso lo saben perfectamente tanto Igor Antón como Tondo. Y a partir de ahora, Purito también lo debe anotar.