Fernando Verdasco y Carla Suárez cayeron ayer en octavos de final de Roland Garros, por lo que se acabó la competición española femenina en el torneo y redujo la masculina al duelo de cuartos que hoy disputarán Rafael Nadal y Pablo Carreño.

El madrileño se estrelló contra el japonés Kei Nishikori, octavo favorito, por 0-6, 6-4, 6-4 y 6-0, mientras que la canaria sucumbió ante el rodillo de la rumana Simona Halep, cabeza de serie número 3, por un doble 6-1.

Verdasco salió arrollador en la pista Suzanne Lenglen y endosó un 6-0 al japonés. Pero fue un espejismoy Nishikori fue decantando paulatinamente el partido de su lado.

Tampoco estará en cuartos Carla Suárez, que se mostró muy lejos de poder inquietar a Halep, una tenista que llegó a París tras haber ganado en Madrid y haber llegado a la final en Roma, donde se resintió de unos problemas en la rodilla. Pero la rumana pareció totalmente restablecida ante la canaria.

La participación española queda reducida a Nadal y Carreño, que hoy cruzarán sus raquetas en cuartos de final, lo que asegura un semifinalista español.

Para el nueve veces campeón serán los undécimos cuartos en Roland Garros, mientras que Carreño, de 25 años y 21 del mundo, disputará los primeros en un grand slam, en la que, pase lo que pase, es ya la mejor temporada de su carrera.

Sobre el papel será un duelo desigual, la mayor leyenda de la tierra batida, que ha regresado con su mejor nivel en busca de la décima Copa de los Mosqueteros frente a un tenista en progresión ascendente.

El primero llega con los triunfos en Montecarlo, Barcelona y Madrid en la temporada de arcilla y el segundo con el de Estoril y la final de Río de Janeiro como mejores credenciales.

Nadal ha ganado los tres duelos entre ambos. Un enorme muro frente a Carreño, que en este Roland Garros ya ha superado otros de menos altura, como el búlgaro Grigor Dimitrov, que fue el primer top 20 al que batió, y, sobre todo, el canadiense Milos Raonic, su primera víctima del top 10. «No creo que Carreño pueda hacerle daño a Nadal», dijo ayer Mats Wilander.