Juan Marrero, entrenador del Badajoz, reconoció que «me duele la cabeza como en los días de ascenso y lo he celebrado y vivido como si hubiéramos subido a Segunda B. No se puede sufrir más. Si escribes un guión negativo de un equipo nunca escribes otro peor que este. El equipo ha sufrido mucho durante el año y este club, proyecto y ciudad se merece otra eliminatoria y otro plus de ilusiones. Futbolísticamente habrá muchas lecturas y si el equipo ha pasado ha hecho las cosas mejor que el Bergantiños. En mi caso veía en el ambiente todos los aspectos negativos de eliminaciones anteriores y las hemos transformado en motivación y rabia contenida para esperar el momento para dar un puñetazo en la mesa y pasar de ronda. Me alegro por todos porque es muy merecido. Nunca he tenido un partido con más sufrimiento. El equipo le ha echado todo el corazón, ha fallado ocasiones que no se pueden fallar, y en defensa también podemos mejorar. Pienso en la alegría de la afición, cómo han coreado al equipo. Gracias a la lucha, la entrega y el corazón de mi equipo ha sido posible».