El Comité de Apelación de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) desestimó el recurso presentado por el Real Betis, confirmando la clausura de su terreno de juego por dos encuentros decretada previamente por el Comité de Competición.

De esta forma, pues, el Real Betis deberá jugar el partido liguero ante el Barcelona, de mañana, en otro estadio distinto al Ruiz de Lopera, que en principio sería el Vicente Calderón de Madrid, a no ser que el Comité Superior de Disciplina Deportiva dictamine hoy lo contrario.

De hecho, el Barcelona mantiene abiertas dos opciones paralelas de viaje para disputar su compromiso con el Betis.

Teóricamente, el equipo viajaría a Sevilla, pero la decisión de Apelación abre la puerta a que sea el Calderón el escenario del partido, por lo que el club ha reservado ya billetes de avión y hotel en la capital de España.

ANTECEDENTES El terreno de juego del Real Betis fue cerrado por dos encuentros, en decisión adoptada por el Comité de Competición el 18 del presente 18 de marzo, a consecuencia del botellazo sufrido en el rostro por el guardameta Armando, del Athletic, en el partido diputado tres días antes.

El jurista del Betis Jaime Rodríguez Sacristán declaró ayer que la decisión de obligar a su equipo a jugar en el Vicente Calderón "es casi un acto terrorista, uno de los hechos más graves que podían darse en Madrid es que, por primera vez en la historia del fútbol, coincidirían en una misma ciudad las hinchadas de los cuatro equipos que tienen mayor rivalidad entre sí", en alusión a la celebración del Real Madrid-Sevilla, también en la capital. "Se daría una situación muy peligrosa", agregó.

Del fallo del Comité de Apelación, dijo: "ya sabíamos que la resolución la traían puesta. Es la corrupción elevada a su máxima potencia".

EL PROCESO AL AGRESOR La Comisión Antiviolencia propuso por su parte una multa de 10.000 euros y prohibición de acceso a todo recinto deportivo al aficionado que arrojó la botella.

Antiviolencia, que hace un año sí impuso al Betis 20.000 euros de multa tras el botellazo recibido por el entrenador del Sevilla, Juande Ramos, en el partido de la Copa del Rey ha dejado impune al equipo andaluz ahora.

En cuanto a la vía penal, el juzgado de instrucción 13 de Sevilla, que investiga el caso, ha remitido un exhorto a los juzgados de Bilbao para que Armando declare en esa ciudad como testigo por la agresión. También será reconocido en Bilbao por el forense, que deberá certificar las lesiones y secuelas sufridas y el tiempo invertido en recuperarse, datos necesarios para fijar la condena y la posible indemnización. El acusado, cuyas iniciales son C. P. R., pasó una noche en prisión y luego quedó libre bajo fianza de 3.000 euros, aunque acusado por el fiscal de un presunto delito de lesiones con uso de medios peligrosos, lo que conlleva una pena de hasta 5 años de cárcel.