El nadador David Meca presentaba otro aspecto bien distinto al del sábado, cuando culminó su reto con éxito. Ayer, Meca, con buen semblante, reconoció en Ceuta que vivió "momentos alarmantes" en el triple cruce del Estrecho de Gibraltar, realizado ayer, y que pensó en abandonar la prueba "por la integridad física" de su equipo.

En una rueda de prensa en Ceuta tras abandonar el hospital, donde ha estado internado toda la noche en estado de observación, el nadador ha manifestado que ha sido un reto "que jamás olvidaré porque durante la travesía hubo momentos alarmantes".

Meca explicó que se trataba de un reto "que llevaba madurando hace mucho tiempo" y que le hacía "mucha ilusión" conseguir, pero ha reconocido que "el día no era el más adecuado". El nadador contó que la jornada, que empezó a las 09,35 horas desde Tarifa"comenzó con un día bueno, salvo un poco de oleaje, pero el primer tramo hacia la costa ceutí fue duro, el segundo de vuelta durísimo y el tercero de regreso a Ceuta peor".

En este último tramo ha asegurado que "las olas y el viento eran fuertes, por lo que la gente de mi equipo empezó a llorar, una de las zodiac me golpeó en la espalda y vi que todos lloraban de miedo".

Meca tuvo que ser sacado del agua y atendido por un médico en el barco "porque el golpe que sufrí con la embarcación fue muy duro", pero siguió porque "había mucha gente esperando aunque tenía miedo de recibir más golpes con las embarcaciones, a las cuales casi ni veía por la falta de visibilidad" . El golpe se produjo cuando le faltaba una hora para llegar hasta la ciudad ceutí, "por lo que lloré en el agua y temí por la integridad de mi equipo pero volví".