La asamblea general de socios compromisarios de la UD Mérida, tal como se esperaba, no deparó sorpresas.

En primer lugar, el hasta ayer presidente, Paco García, y su junta directiva presentaron la dimisión y, seguidamente, se convocó el proceso electoral para elegir al nuevo presidente.

El presidente saliente, por cierto, abandonó la sala diez minutos antes que el resto de los asistentes. En su salida, García alegó ante los medios de comunicación que tenía que hacer de canguro en su domicilio.

A la salida de la asamblea, el actual gerente del Mérida, Javier Sauras, explicó que el proceso electoral se inicia con la exposición durante seis días en el tablón de anuncios de la sede del club de las candidaturas que optan a la presidencia de la entidad. La suya, aparte de él como vicepresidente, la forman Saturnino Martínez como presidente y cinco vocales.

CALENDARIO Seguidamente, si no hay alegaciones a ninguna de las candidaturas que puedan presentarse, se abre el período electoral durante quince días hábiles. Si no se presenta ninguna otra candidatura, Saturnino Martínez será proclamado presidente aproximadamente dentro de un mes.

A continuación, Sauras desveló que algunos empleados del club llevan tres meses sin percibir sus nóminas, que a la plantilla actual se le adeuda parte de la de noviembre y la de diciembre (pues el mes está a punto de finalizar) y respecto a los seis jugadores de la pasada temporada que denunciaron a la entidad por el impago de parte de sus contratos señaló que cuatro ya retiraron sus denuncias, con otro hay acuerdo verbal y sólo a uno habrá que pagarle de inmediato para poder realizar fichajes y conceder bajas en el mercado de enero.

FICHAJES Finalmente, Sauras confirmó haber pedido "flexibilidad a los socios compromisarios para poder fichar y seguir gestionando el club, aunque esté abierto el proceso electoral, para que la entidad no se paralice".

Sauras también aseguró que "en tres o cuatro días comenzarán a verse por aquí las caras nuevas de nuestra plantilla".

En este sentido, según ha podido saber EL PERIODICO EXTREMADURA, tras el fallido fichaje del exemeritense David Fernández, el director deportivo, José Lorenzo Jiménez, también contactó con otro exemeritense, Rume, actualmente en las filas del Dos Hermanas. El de Mairena del Alcor, sin embargo, le hizo saber que no tiene intención de regresar al Mérida "porque mi salida de allí fue muy traumática por culpa del presidente y sigo muy desmoralizado por ello", según declaró a este diario.

Por su parte, José Fouto Galván confirmó que no presentará candidatura y aseguró que los inversores maños no tendrán trabas de su familia.

En cambio, el hijo del expresidente sí denunció la poca transparencia de estos tres años: "El club tuvo un prestamista y no se citó a los socios para que dieran luz verde".