Esperando que no se vuelva a repetir esta situación, el Mérida afronta esta tarde su encuentro más difícil a priori, por la circunstancia de presentar hasta siete bajas, cuatro por sanción, Víctor Marco, David Pirri, Pablo Niño y Muiño, y tres por lesión, Carlos Rubén, Carreño y Comini. A pesar de esta situación Jaime Molina, entrenador del Mérida, se muestra muy confiado en que "vamos a sacar un equipo con todas las garantías y estoy completamente seguro que no nos vamos a acordar de ninguno de los que faltan". El mayor problema va a ser completar la banda izquierda. El gran atractivo del partido puede ser el último fichaje, Antonio Vera, quien puede que tenga algunos minutos en el partido "porque físicamente está bien, ya que con el Sevilla ha estado entrenando hasta el 30" dice. La situación se vuelve esperpéntica al ver un banquillo sin cuerpo técnico, ya que los dos entrenadores y el delegado están sancionados, así pues, el preparador físico, Gabriel Reyes, será el encargado de dirigir al equipo.