La de Messi fue la única ausencia en la suave y relajada sesión que dirigió Pep Guardiola (apenas hora y cuarto) en un discreto campo, ubicado en el lujoso complejo que tiene el ejército de los Emiratos Arabes en Abu Dabi. Se sabe que el técnico no quiere correr riesgos con la estrella argentina. Y menos en esta semana tan decisiva. Ayer, no estuvo con sus compañeros y se puso a trabajar en el gimnasio del hotel en una doble sesión con Juanjo Brau, el fisioterapeuta que le acompaña allí donde va. En las tres últimas semanas, Messi ha tenido, dos problemas físicos, aunque ninguno grave.