Fue una mañana intensísima, incluso dramática, que acabó en una alegría indisimulada. La afición respondió parcialmente a la llamada del Cacereño y hubo unos 1.500 espectadores ante el UCAM Murcia. No parece una gran cifra, pero sí lo es teniendo en cuenta que la entrada normal suele ser este año de la mitad.

Los verdes agradecieron la respuesta. "Era una final. Tenemos que dar las gracias a la afición por cómo se ha portado con nosotros. Lo que hemos podido hacer por ellos es salir al cien por cien. Si el equipo da la cara, la gente se tiene que ir contenta", comentó uno de los jugadores-referencia del CPC, Aarón, que dedicó el triunfo a Mario, el pequeño hijo del seguidor Jesús Corchado fallecido hace unos días.

En su misma línea estuvo Angel Marcos. Para el técnico local, el futbolista había notado el aliento extra que le llegó desde el graderío. "La victoria es mérito de los dos", llegó a decir. Intentó evitar el tono de amargura cuando miró hacia atrás: "Si hubiéramos conseguido esto antes, ahora estaríamos más tranquilos".

Tranquilidad. Fue un concepto que repitió varias veces el entrenador en su análisis del choque: tranquilidad si en los primeros minutos Pablo Gállego hubiese acertado con su clara ocasión, tranquilidad después de que Quique Carreño sí transformase la suya. "Hemos estado muy serios, muy metidos. Hemos vuelto a dar la sensación de bloque, de equipo. Después de conseguir el gol, hemos cerrado muy bien los espacios", apuntó.

En su opinión, lo fundamental son los tres puntos... que, claro, "nos van a dar tranquilidad". "Hemos vuelto a ver un equipo apto físicamente y competitivamente notable", sostuvo, desmintiendo que, en lo anímico, el Cacereño "estuviese tan mal como se estaba diciendo". "Quitando el partido ante el Marbella en casa, estábamos bien. Ante La Roda y Granada B dominamos", dijo.

En cuanto a las claves, apuntó al hecho de haber podido hacer cambios que realmente refrescasen el juego de los suyos. Se refirió a la aportación de Martins, pese a no haber entrenado apenas durante la semana, y a que el portero Vargas respondiese bien tras superar una lesión. En ese sentido, avanzó que Carlos Valverde, con un esguince de rodilla, intentará regresar esta semana al trabajo con el resto de sus compañeros, teniendo en cuenta que Carreño completó el ciclo de amonestaciones y no podrá ser alineado ante La Hoya Lorca, como Toni.

Protagonista también tras el choque fue Checa. El todocampista del UCAM Murcia, ovacionado por su antigua afición, explicó que decidió no derribar a Carreño en la acción del 1-0. "Tuvimos mala suerte con el resbalón de un compañero y que él se pudiese quedar solo. Tuve la opción de hacerle un penalti que también hubiese supuesto la expulsión, pero opté por que se la jugase con el portero. Era mejor aguantar", mantuvo.

Habló de que había vivido "un partido con mucho sentimento" y que los dos años que pasó en Cáceres fueron "los mejores" de su carrera. "Me da mucha pena, porque era un partido importante, pero ya que hemos perdido, es mejor que haya sido contra el Cacereño", declaró.

También habló de la hinchada. "Siempre responde", sostuvo Checa, que restó importancia a su cambio de posición --de mediocentro a central-- en el transcurso del choque. "Me da igual de qué jugar. Como si es de portero", apostilló, antes de saludar afectuosamente casi a todo el que se cruzó en su camino. Un personaje especial.

Su técnico, Eloy Jiménez, dijo que no se arrepentía de haberle alineado, pese a lo emocional que iba a ser para él: "No tuve ninguna duda. Tenía que jugar por su dominio del juego aéreo. Ha hecho un gran partido".

Sí que lamentó el técnico "dos penaltis a favor nuestro y una expulsión al Cacereño no señalados". "No estamos teniendo suerte con los arbitrajes últimamente", masculló. Su diagnóstico fue taxativo: "Sabía que el que primero marcase, se llevaría los puntos. Ha ganado el equipo que menos errores ha cometido".

El árbitro registró en el acta que desde la megafonía se había animado al equipo en los últimos momentos. Además, en el descanso hubo animación para los niños, mascotas incluidas.