Pontevedra -1: Orlando Quintana; José Picón, Pastor, Sergio Castaño, Noel Alonso (Claudio, 59I), Dani Pendín (Padín, 46I); Santi Amaro, Adrián Cruz (Gerardo, 28I); Omar, Ibán Espadas; Igor.

Cacereño -2: René; Palero, Mario Carrizosa, Rives (Tomás, 8I), Dani Gómez; Lolo, Abel Segovia; David Rocha, Luismi (Manolo, 60I), Chapi; Mauri (Juanín, 72I).

Goles: 0-1 (10I): David Rocha. 1-1 (22I): Dani Pendín. 1-2 (26I): Mauri.

Arbitro: Hernández Cifuentes (Colegio de Castilla y León). Tarjetas amarillas a Picón, Dani Pendín, Sergio Castaño, Igor; René, Dani Gómez, Tomás. Tarjeta roja directa a Mario Carrizosa (45I).

Incidencias: Estadio Municipal de Pasarón, con alrededor de 3.000 espectadores en las gradas.

El Cacereño se impuso al Pontevedra (1-2) y sumó una meritoria y valiosa victoria que le permite escapar de la última posición de la clasificación, acumular 12 puntos y estar mucho más cerca de salir de los puestos de descenso. Dos partidos de José Luis Montes en el banquillo verde, dos triunfos. Mayor efectividad, imposible para el técnico segoviano.

Lejos de lo que en principio se podía esperar, el equipo extremeño, que se quedó pronto sin el lesionado Rives, al que sustituyó Tomás (min. 6), comenzó intentando combinar y conservando la posesión del esférico y nada más empezar el juego dispuso de una primera ocasión con un lanzamiento de Luismi desde la frontal que paró el meta Orlando Quintana sin problemas.

La primera parte estuvo llena de alternativas y ocasiones en ambas porterías. El partido fue muy abierto y en esa dinámica la respuesta del Pontevedra no se hizo esperar con un disparo de Santi Amaro, desde unos 30 metros, que fue detenido por René, aprovechando su buena colocación.

INTERCAMBIO En esa dinámica de intercambio de golpes, el primero en dar de verdad fue el equipo visitante, que estrenó el marcador en el minuto 10. En un saque de banda desde la derecha de su ataque, el balón quedó dividido al borde del área y, desde allí, David Rocha empalmó una volea imparable que se coló por la escuadra izquierda del marco protegido por Orlando Quintana.

Curiosamente, a raíz del 0-1 llegaron los mejores momentos del Pontevedra. El conjunto local adelantó líneas, se hizo control del centro del campo y, después de dos buenas ocasiones, equilibró el resultado. En la primera oportunidad, el balón llegó a Ibán Espadas por la izquierda, su remate fue repelido por el guardameta René y el rechace fue recogido por Omar, que remató al poste. Poco después, justo en el ecuador de la primera mitad, se produciría la igualada del encuentro en un buen pase de Santi Amaro sobre Pendín, que el argentino remató al larguero y finalizó con un rechace que el propio Pendín materializó en el 1-1.

Otra vez volvía a comenzar el encuentro y volvía a sumergirse en una dinámica de alterntivas en el juego que concluyó con un error defensivo del Pontevedra que dio origien al 1-2. Un saque de banda en el centro del campo, sin aparente peligro, fue aprovechado por Dani Gómez para asistir a Luismi, quien se fue en el 1 contra 1 por velocidad y técnica de Picón, alcanzó la línea de fondo y desde allí dio el pase de la muerte para que Mauri, bien colocado, finalizara con el que sería el gol del triunfo.

Hasta el descanso el Pontevedra no fue capaz de reaccionar de este segundo golpe y se vio maniatado por un Cacereño bien plantado que llegaba con facilidad al último tercio del campo y aprovechaba la velocidad para inquietar al Pontevedra a la contra.

Justo antes del descanso, se produjo una jugada que pudo cambiar el signo del encuentro, aunque no lo hizo. Dani Pendín golpeó con el codo al defensa Rubén Palero y a raíz de tal situación se produjo una tangana. En ella Carrizosa golpeó con su mano en la cara de Gerardo y fue expulsado, mientras que Pendín se quedó en el campo con una amarilla únicamente.

Ese hecho obligó a reestructurar la defensa al Cacereño en esta segunda mitad y a cambiar su esquema y sus intenciones para neutralizar la inferioridad numérica. Así es que el equipo visitante se metió en su campo y sólo buscaba alguna espóradica contra en el segundo acto.

El Pontevedra tardó casi 20 minutos en generar alguna ocasión real. Fue Omar quien cogió un balón en el extremo izquierdo y se fue de los tres defensas que le salieron al paso pero se llenó de balón y lanzó alto.

Prácticamente sin tiempo para reaccionar, el Cacereño se encontró otra ocasión en contra. Gerardo, desde el pico del área izquierda, lanzó un disparo que obligó a René a esforzarse para despejar. A partir de ahí, el Pontevedra fue el amo y señor del balón y el Cacereño se dedicó a contemporizar, gracias a los cambios, alguna que otra falta y a la caída de sus jugadores al césped para perder tiempo y reclamar atención médica.

OCASION Ese hecho desquició un poco al equipo local, que no acabó de encontrar el hueco para hacer daño en la zaga del bloque verde. Así, la ocasión más clara de ahí hasta el final del encuentro fue para los visitantes. Una falta lanzada por Manolo desde la izquierda de ataque Cacereño fue finalizada en el segundo palo por Abel Segovia, libre de marca, demasiado alto, cuando lo más facil parecía la consecución del segundo tanto para su conjunto.

Un disparo de Santi Amaro a falta de 10 minutos para la finalización del enfrentamiento fue la última opción de un Pontevedra siempre muy condicionado, con muchas prisas y ansiedad y que veía como se producía su cuarta derrota de la temporada contra un equipo extremeño.