Como si un gato negro se le hubiese cruzado al equipo desde que Alejandro Valverde se cayó en el Tour. Lo intentan, lo buscan, casi se podría decir que Marc Soler, la perla catalana del Movistar, está cada día fugado en la Vuelta. Pero no hay manera. No hay forma humana. ¡Imposible! Ni siquiera en Murcia, la tierra de Valverde, el que se pasea por la meta de Alhama de Murcia. La gente le pide que regrese, que venga ya, que se recupere.

En su escuadra no tienen a nadie para pelear por la general, porque su corredor tapado era el colombiano Carlos Betancur y ya está en su casa con un hueso del pie fracturado por culpa de una caída en la etapa de Valencia. Por eso, ahora, o quizá desde el principio, no les queda otro remedio que pelear por las escapadas que permite el Sky de Chris Froome. Los británicos miran si entre los fugados no hay un dorsal molesto para ellos en la pelea por la general y los deja partir, como este martes, bajo una Murcia desconocida por culpa de la lluvia.

José Joaquín Rojas es otra cosa. Es el gran amigo de Valverde, del “jefe” como él lo llama. Amigo y también confesor y tantas y tantas cosas, miles de entrenamientos por la región murciana, hasta que se fue a vivir a Andorra, otro más en la colección de medio centenar de ciclistas profesionales que ya residen en el pequeño país de los Pirineos. Rojas lo intentó en su tierra, por carreteras que conoce al dedillo. El veterano que también buscaba el éxito de una victoria imposible para el Movistar.

Tourmalet de los murcianos /Ni Rojas, ni Valverde recuerdan las veces que han subido por el Collado Bermejo, el Tourmalet particular de los ciclistas murcianos. Rojas, junto a Soler, se ha situado en la escapada buena del día, de la etapa en la que todos vuelan, sobre todo Vincenzo Nibali, buscando las cosquillas de Froome en el descenso del puerto. Las motocicletas pierden la estela de los corredores. La caída parece el único destino pero solo Luis Ángel Maté, el ‘Lince de Andalucía’, el ciclista del Cofidis, tropieza.

Froome no está dispuesto a conceder a Nibali una sola alegría y lo captura en compañía de David de la Cruz, de Contador, de todos. Y en eso, incomprensiblemente para un Sky que ya está organizado al pie del puerto, camino del poco llano hacia la meta, se le fuga Nicolas Roche. Roche es el tercero de la general y el que iguala, aunque no supera a Esteban Chaves. Ambos afrontarán este miércoles la ascensión al observatorio de Calar Alto, en Almería, como los rivales más cercanos a Froome. Los dos a 36 segundos del británico.

Por delante, en la pelea imposible de los Movistar por conseguir una victoria, Rojas rompe la fuga y se escapa junto al italiano Matteo Trentin, el ciclista del Quick Step que ya ganó en Tarragona. Trentin no le da ninguna opción. Lo gana sin rechistar. Amarga sensación para un murciano. Perder en casa es terrible.