El CAR Cáceres salió ayer ampliamente derrotado en su visita al Inés Rosales (33-8) en el partido disputado en el terreno de La Cartuja de Sevilla.

Los extremeños se alejan así de la opción de acercarse a las tres primeras plazas de la tabla, aunque era ésta una empresa difícil. A la complicación que supone jugar contra uno de los importantes de la competición --el Inés Rosales jugó el año pasado en División de Honor-- se unieron las numerosas bajas que presentaban los de Juan Rosado, al punto de que solamente estuvieron disponibles 21 jugadores de los 22 habituales. Lesiones, Carnavales y exámenes, no necesariamente por este orden, hicieron mella en los visitantes.

El CAR, no obstante, plantó cara en el primer tiempo, en el que llegó a empatar a ocho tras adelantarse los locales. Al final de este acto, 16-8 que dejaba todo para la resolución del choque.

Sin embargo, en el segundo tiempo, el Inés Rosales fue netamente superior al CAR de inicio a fin y el dominio en el marcador y en el juego se hizo siempre patente hasta llegar al resultado definitivo en el partido.

Los cacereños, en cualquier caso, no se jugaban mucho, ya que la cuarta posición está prácticamente consolidada. Solamente resta un partido para el final de la competición, y será dentro de dos semanas en casa ante el Getafe, ya que el próximo fin de semana hay descanso.

"Se ha cumplido el objetivo; no podemos pedir más", declaró ayer uno de los históricos del equipo, Martín Rojo, quien lamentó el mal inicio para que, a estas alturas, no se pueda aspirar a los play off de ascenso.