Por novena vez en el Abierto de Australia y 34ª en un Grand Slam, Rafael Nadal estará en los cuartos de final del torneo. El exnúmero 1 y campeón en Melbourne en el 2009 lo logr deshaciéndose del francés Gael Monfils por 6-3, 6-3, 4-6 y 6-4. Una victoria práctica y sufrida al final ante un rival tan talentoso como irregular. En la próxima ronda, el miércoles, Nadal se cruzará con el canadiense Milos Raonic, que derrotó al castellonense Roberto Bautista por 7-6 (7-5), 3-6, 6-4 y 6-1. Nadal tiene una ventaja de 6 victorias a 2 en sus enfrentamientos anteriores con Raonic. Es la primera vez en que Nadal llega a los cuartos de final de un Grand Slam desde la edición del 2015 de Roland Garros.

El primer set empezó duro. Nadal necesitó siete minutos para apuntarse su saque y tras salvar un break point. Después el tenista manacorense rompió en el siguiente para adelantarse 3-0, ante un Monfils que jugaba a un ritmo muy lento, lejos de la linea de fondo, sin encontrar la fórmula para plantar cara. Nadal remató la manga tras 46 minutos con un tenis potente, intenso y agresivo, aprovechando el juego irregular del tenista francés, actualmente número 6 mundial.

Nadal siguió su táctica implacable sin dar opción a Monfils rompiendo su saque en el primer juego y tomando ventaja de 2-0. Monfils reaccionó para romper el saque de Nadal, después de 1 hora y 13 minutos (3-3), pero la alegría le duró poco. En el siguiente juego Nadal lo ha recuperado de forma fulminante arrebatándoselo al francés, en blanco (4-3) apuntándose tres juegos seguidos y el segundo set.

El tercero seguía por el mismo camino. Nadal fuerte, concentrado y con un objetivo muy claro. Monfils, dando una de cal y dos de arena. Golpes espectaculares acompañados de errores infantiles. Parecía entregado a su suerte pero en el noveno juego consiguió su segundo ‘break’ y, tras salvar un 0-40 en el siguiente juego, el francés se llevó su primer set. Monfils rompió de nuevo el saque de Nadal en el cuarto set (3-2) para tomar ventaja de 4-2. Nadal había perdido la intensidad inicial ante un rival crecido, con la adrenalina al máximo. El español estaba contra las cuerdas pero se salió del acoso para hacer el break con un 30-0 en contra, para ganar ocho puntos seguidos, adelantarse 5-4 y hacer el break definitivo que le daba el pase a los cuartos de final, en el segundo ‘match ball’ y tras dos horas y 55 minutos. «Se ha complicado al final. Los dos primeros sets parecía que lo tenía controlado, pero Monfils me lo ha puesto dificil», dijo.