Cinco caballos menos suponen una décima por vuelta más en un circuito convencional. 30 caballos cargan a un coche con seis décimas más, un mundo en F-1. Por eso Honda, Toyota y, sobre todo, Renault quieren revisar el acuerdo entre las escuderías de F-1 y la FIA que había congelado la evolución de motores desde el 2006 hasta el 2011. Ferrari, McLaren y BMW disponen de propulsores 30 caballos más potentes que los de Renault, Toyota y Honda. ¿Se han dormido algunos? ¿Han hecho trampas otros ¿Han encontrado resquicios en el reglamento? ¿Han invertido más? Todas esas preguntas se han puesto sobre la mesa en la reunión que los jefes de equipos han mantenido en Spa. Y sobre el tapete, propuesta de Renault y Honda: acabar con la congelación el próximo año.

"Siempre hay especulaciones sobre si un motor es más potente que otro, pero son simples especulaciones", dijo el ingeniero británico Martin Withmarsh, de McLaren. "No son especulaciones. Es la percepción de muchos equipos. No todos han seguido el mismo camino, y los motores son diferentes. Es un buen momento para descongelar la evolución", contestó Ross Brawn, director técnico de Honda.

Renault, Honda y Toyota son precisamente tres de los pretendientes de Fernando Alonso, pero el español sabe que si continúa la congelación de motores, apenas tienen posibilidades de construir un coche competitivo el próximo año.

El mejor tiempo logrado por el español en la segunda manga de los entrenamientos en Spa-Francorchamps se debe simplemente a una baja carga de gasolina y a su habilidad para pilotar en una complicada pista sobre la que caía una ligera lluvia, origen de muchas salidas de pista, la más importante protagonizada por Kimi Raikkonen, el vencedor en las tres últimas ediciones del Gran Premio de Bélgica.

La predicción de lluvia para hoy y mañana animará la lucha por el título entre Raikkonen, Felipe Massa y Lewis Hamilton, pero resulta insuficiente para imaginar a Fernando Alonso luchando con ellos.