El presidente de EEUU, Barack Obama, ha reivindicado hoy la diversidad cultural, racial y religiosa de su país como argumentos para apoyar la opción de Chicago a albergar los Juegos Olímpicos del 2016.

Obama ha intervenido hoy en la presentación de la candidatura de Chicago, que aspira --junto con Tokio, Río de Janeiro y Madrid-- a la organización de esos Juegos.

Vinculado desde hace 25 años a Chicago --"mi casa", ha dicho--, Obama ha cerrado la presentación de esa candidatura con un tono que ha recordado en algunos momentos a la campaña electoral del año pasado que le llevó a la presidencia de EEUU.

Presentado por su esposa Michelle como "alguien que sabe del cambio", el líder estadounidense ha defendido Chicago como sede olímpica con el argumento de que está "en el corazón de Estados Unidos", un país "forjado por gente de todo el mundo, donde siempre se ha abierto "los brazos a todos", como a su propio padre, procedente de África.

"CON EL CORAZÓN DE UNA PEQUELA CIUDAD"

Tras calificar Chicago como "una gran metrópoli con el corazón de una pequeña ciudad", Obama se ha extendido en un discurso de contenido más internacional, con alusiones a "un momento histórico en el que cada país está unido a otros" y a la necesidad de "esfuerzos en común" para superar los retos.

Obama ha mostrado su deseo de acoger los Juegos del 2016 "a pocos pasos" de su "casa familiar".

LLAMAMIENTO DE MICHELLE

Con anterioridad había hablado ante la asamblea del COI Michelle Obama, quien también aludió a sus vínculos con Chicago y recordó sus vivencias de niña con su padre, a quien a los 30 años le fue diagnosticada una esclerosis múltiple.

En un discurso destinado a llegar a los sentimientos Michelle Obama ha subrayado que en su infancia el deporte fue nexo de unión en su familia y un factor que fomentó valores como el trabajo en equipo y la competición de igual a igual.

Ya como madre de "dos preciosas niñas", Michelle ha pedido al COI que elija Chicago como sede de los Juegos para que la llama olímpica ilumine la ciudad pero también para celebrar una competición que "dé esperanza y cambie vidas en todo el mundo".

Michelle Obama ha estado varios días en Copenhague para recabar apoyos en favor de su ciudad, mientras que el presidente pasará unas horas en la capital danesa.