La dirección del Tour de Francia se mostró ayer favorable a retirar su iniciativa de disputar la etapa de mañana, de montaña entre Vittel y Colmar, sin los controvertidos auriculares que los ciclistas llevan para recibir las órdenes de sus equipos, después de la huelga realizada por la mayoría de equipos en la jornada del pasado martes. El Tour espera ahora la decisión de la Unión Ciclista Internacional (UCI), que aceptó el 19 de junio la propuesta de la ronda francesa de anular las comunicaciones en dos etapas de la carrera. Los responsables de la prueba han escuchado las quejas de algunos equipos por el aumento de caídas que se produjo el martes debido al trajín de coches.