Toledo - 1: Bermúdez, Amores, Selu, Alex González, Israel Delgado, Butra, Abel, Alberto Martín (Moscardó, 50I), Víctor Pulga, Rufino (Joaqui, 46I), Guille (Carlitos, 65I).

Cacereño - 0: Vargas; Cazorla (Yannick, 53I), Roberto, Tomás, Palero, David Rocha, Chiqui (Estévez, 65I), Lolo, Dieguito, Rai (Ito, 77I), Rubén Jurado.

Goles: 1-0 (34I): Butra.

Arbitro: Figueroa Vázquez (Colegio territorial andaluz). Tarjetas amarillas al delantero Rufino por los locales y al defensa Palero por los visitantes.

Incidencias: Salto del Caballo, alrededor de unos 2.000 espectadores en las gradas, aproximadamente un centenar llegados desde Cáceres. Césped en buenas condiciones para la práctica del fútbol.

El Cacereño cayó en el Salto del Caballo ante el Toledo, en una tarde futbolística donde la tensión, los nervios y la emoción fueron la nota dominante. Ganó el equipo que aprovechó su ocasión de gol, en este caso el equipo toledano con la diana de Butra.

Por contra, el equipo cacereño tuvo su oportunidad en la última jugada del partido, y es que el capitán Rocha disparó con violencia desde la frontal, el balón tropezó en el poste derecho de la portería de Bermúdez, pasó por la línea de gol y se fue a estrellar en el otro poste, y el rechace quedó en poder de la defensa del Toledo que despejó la situación.

El árbitro no quiso esperar más y finiquitó el encuentro, entre la algarabía de la afición local y la decepción de los jugadores y seguidores del Cacereño, que no se creían lo que habían visto en esa desgraciada jugada.

En los primeros compases del partido, el Cacereño salió presionando muy arriba a su oponente, lo que propició un juego de despropósitos de la escuadra local, que esperaba a un rival defendiendo el 0-0.

En el minuto 15, Rai reclamó un posible penalti de Seúl, aunque no lo pareció, o al menos así lo estimo el colegiado de turno.

PRIMER LARGUERO Y tres minutos después, Dieguito sacó un córner por la derecha, con mucho efecto, y el balón lo despejó hacia su propia portería Alex González, llevando el esférico al larguero.

Replicó el Toledo en un centro largo de Abel, que fue rematado de cabeza por parte de Rufino, aunque el meta visitante detuvo con cierta facilidad. Momentos después llegó el gol que decidió el partido. Fue después de una internada de Amores por la derecha, que dio un pase interior hacia su compañero Butra, el cual definió de forma soberbia al palo opuesto, batiendo en su salida al meta forastero. Al filo del descanso, un centro de Guille por la izquierda fue desviado por la mano de Roberto, aunque el árbitro estimó involuntariedad en esta jugada de posible penalti.

Tras el paso por los vestuarios, en la primera jugada Selu tropezó, y Rai se aprovechó de la circunstancia para llevarse el esférico, ante el temor de los locales. Sin embargo, el jugador del Cacereño lanzó un centro-chut que se fue muy desviado a la derecha de la meta de Bermúdez.

El juego de ataque de los visitantes fue frenado por la buena actuación defensiva de los locales, porque se antepusieron siempre a los balones centrados por ambas bandas del equipo cacereño. Llegaron un rosario de cambios de ambos entrenadores y el que mejor parado salió fue el Toledo, con la salida de Carlitos y del extremeño Joaqui que, a la contra y en diversas jugadas, tuvieron ocasión de hacer el 2-0.

El Toledo no pudo rematar el partido y el Cacereño se volcó de forma un tanto alocada en busca de la igualada, y la tuvo en la única ocasión de verdadero peligro de todo el partido. Fue la agitada carambola de Villar en el disparo de Rocha, quien no se creía que ese balón no hubiese significado el empate, un resultado que, visto lo visto, debió ser el que subiera al marcador definitivo.