UNIVERSIDAD DE LAS PALMAS - 2: Santi Lampón; David Medina, Ojeda, Deivi, Ismael; Sergio, Pollo; Ariday (Pachi, min. 78), Granero (Alex Santana, min. 67), Fabrizio (Javier, min. 65) y Javhé.

MERIDA - 0: Garavano; Samir, Molina, Jesule, José Mari (Debris, min. 46); Jandro (Gaspar, min. 74), Chus Bravo, Xavi Moro, Víctor Bravo; Enzo Noir y Sabino (Machicado, min. 71).

GOLES: 1-0, min. 24: Juanjo Granero. 2-0, min. 76: Alex Santana.

ARBITRO: Torralba Jiménez (catalán). Amarilla a los jugadores locales Ariday, Ojeda y Sergio, y a los visitantes Chus Bravo y Enzo Noir.

El Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Club de Fútbol y el Mérida Unión Deportiva protagonizaron un entretenido enfrentamiento que deparó un justo triunfo de los jugadores locales, quienes ya acumulan siete jornadas consecutivas sin conocer la derrota (2-0).

El conjunto grancanario clarifica aún más la meta circunstancial de permanencia y avisa de sus intenciones de jugar la próxima campaña la Copa del Rey. Por su parte, el Mérida, que no tiró una sola vez entre los tres palos, se aleja un poco más del cuarteto de cabeza. Ahora tendrá otro compromiso en Canarias, donde seguirá estos días, hasta el domingo ante el Villa de Santa Brígida, con la presión de vencer sin excusa alguna.

Desde el inicio del choque, los colegiales buscaron con más voluntad que acierto la portería emeritense, pero en ataque se toparon con una ordenada defensa, que le impidió llegar con claridad a los dominios del cancerbero Garavano.

EL AVISO Los jugadores locales tuvieron que esperar hasta el minuto 20 para que disfrutar de su primera ocasión clara de gol, con una falta lateral botada por Juanjo Granero que Fabrizio, casi bajo palos y sin marca, envió incomprensiblemente por encima del travesaño visitante.

Cuatro minutos más tarde se repitió la misma jugada, pero en esta ocasión Granero, en vez de ponerla en el área, buscó el segundo palo y, tras dar en la madera, el esférico entró finalmente en la portería del Mérida ayudado por el punta uruguayo Fabrizio, quien terminó de empujarla al fondo de la red.

El gol espoleó a los pupilos del serbio Milosevic Radivojevic, quienes adelantaron sus líneas para buscar el empate, pero nunca llegaron a cuestionar la integridad del marco defendido por Santi Lampón.

Los extremeños sólo inquietaron tímidamente con algunas jugadas a balón parado o disparos lejanos, aunque sin crear el menor peligro.

El partido pudo quedar clarificado definitivamente en el minuto 41 con otra falta botada por el especialista Granero, que fue remachada a la red por Sergio, pero el colegiado, a instancias de un asistente, anuló el tanto por fuera de juego.

Hasta el descanso, el Mérida lo intentó sin convicción y los anfitriones, a la contra, trató sin éxito, ampliar su ventaja.

SEGUNDA PARTE El ayer decepcionante Mérida, que había ganado tres de los cuatro partidos que jugó esta temporada en Canarias, no mostró ambición en la primera fase del encuentro y pareció reservar toda su suerte para la continuación.

Sin embargo, en la segunda parte el juego siguió por los mismos derroteros que en la primera. Los peninsulares voluntariosos y sin mordiente, y los anfitriones, con rápidos contragolpes, especialmente con Ariday de protagonista, intentaban una y otra vez ampliar la renta. Ni unos ni otros llegaron con claridad a las porterías contrarias.

Con todo, Granero, en el minuto 67, botó un saque esquina que despejó en corto Garavano y Yavhé, con todo a su favor, remató fuera.

Seis minutos más tarde, Javier ganó por piernas a la defensa foránea pero, cuando se quedó sólo ante el Garavano, el balón se le escapó en exceso y no pudo precisar el disparo.

La tranquilidad para el Universidad de Las Palmas se fraguó en el minuto 76 con un disparo desde fuera del área de Ariday fue despejado en corto por Garavano y Alex Santana, que había entrado hace poco, hizo el segundo tanto azulino (2-0).

Tras el tanto, el partido decayó en todos los aspectos, aunque el Universidad de Las Palmas pudo lograr el tercero con una gran jugada de Javier que acabó despejando la defensa extremeña con ciertos apuros. Era el final de un mal día emeritense, con un tropiezo grave.