Extremadura B: Alex; Pablo, Luis, Christian, Nando; Víctor, Ito, Toboso (Rodrigo, M. 88), Gori; Peri y Pichi.

Cacereño: Roberto; Antonio, Andrada (José Manuel, M. 75), Guy, Chico; Gervasio; Pelegrín, Samuel, Gabi, Capi y Rai Ortega.

Goles: 0-1 m. 16: Samuel. 1-1 M. 47+: Peri. 2-1 M. 67: Pichi. 2-2 M. 86: Rai Ortega. 2-3 M. 89: Rai Ortega.

Arbitro: Paloma Quintero Siles (Extremeña). No estuvo mal, aunque su mayor y más grave error pudo ser no atreverse a mostrar la segunda amarilla a Andrada tras el empujón del penalti (1). Expulsó a Bernardo Plaza y amonestó a Christian (38´), Peri (84´), Pablo (90´)/, Andrada (13´), Chico (45+) y Gabi (45+).

Incidencias: Unas 500 personas en el Francisco de la Hera.

Completando un fin de semana absolutamente nefasto para un pobre CF Extremadura SAD a la deriva, el filial azulgrana se suicidó. Empezó perdiendo su partido ante un Cacereño que se jugaba poco más que la honra, volteó el marcador hasta situarse por delante y, cuando el duelo parecía no tener marcha atrás y con un conjunto verde más anárquico que durante todo el choque, entregó la cuchara en tres minutos que evidenciaron una penosa imagen de un equipo que, cobrando o sin cobrar, se está arrastrando por la categoría.

Samuel había aprovechado un rechace infantil en el área pequeña para inaugurar de tiro cruzado (m. 16) y luego tropezó con un inspirado Alex, lo mejor en el bando local, en dos ocasiones para matar el partido (m. 33 y 40). Pero como los de Plaza, vaya espectáculo el suyo en la banda, no acababan de sentenciar, se puso manos a la obra al Extremadura B. Tuvo el empate en un penalti de Andrada sobre Pichi que éste se encargó de desperdiciar (m. 45). Luego, Peri, en un lanzamiento de falta desde su casa, puso en la escuadra izquierda de Roberto el empate (m. 47+). Más tarde, tras un pulso a pelotazos con el que comenzó la segunda parte, un centro de Peri lo remató en semivolea Pichi para el 2-1 (m. 67) y el partido pareció envuelto para llevar.

Plaza movió ficha y, tras la entrada de José Manuel por Andrada, montó una defensa de tres y el Cacereño más anárquico se dispuso a consumir los minutos. Pero el filial se empeñó en hacerle el boca a boca y eso fue demasiada ventaja para la experiencia de Rai Ortega. Primero, en una falta sacada por Gervasio en la que la zaga local ni se molestó en saltar, cabeceó el 2-2 (m. 86). Sólo tres minutos después sentenciaba marcando a puerta vacía tras un buen servicio de Capi que nadie quiso/supo/pudo despejar. Carlos Fernández ni se lo creía. Pero quien muere por su gusto...