El Ayuntamiento de Cáceres «no contempla» llevar a cabo operación alguna --traspaso o compra, entre ellas-- con el estadio Príncipe Felipe. Así, al menos, lo aseguró a este diario anoche Pedro Muriel, quien sí aclaró que «siempre estaremos dispuestos a hablar, como hasta ahora».

La situación del Cacereño se enquista ante la falta de noticias en positivo, concretas. El máximo accionista, Antonio Martínez Doblas, había sugerido que el consistorio pudiera intervenir en una compra del recinto, pero esto no se atisba, a tenor de las manifestaciones de Muriel. «No hay nada oficial. Nosotros apoyaremos a nuestros clubs, como siempre, porque cada proyecto tiene su peculiaridad y sus tragos amargos».

«Vamos a colaborar y a apoyar, pero en el club saben de nuestras intenciones», subrayó el edil, que aseguró que en el caso de recibir una proposición concreta con el Príncipe Felipe de por medio «tenemos que verlo, porque ese estadio tiene los condicionantes que tiene y no es fácil».

CONDICIONADOS / Cuestionado sobre la condición de estadio privado y la pecularidad del Cacereño por no tener un recinto municipal para disputar sus partidos, Muriel abundó: «La historia de la ciudad nos ha colocado este club así. Cuando se hizo el proyecto y el estadio, fue una buena idea y algo bueno para la ciudad, pero estamos condicionados por esa historia», apuntó el concejal.

Mientras tanto, no hubo novedades oficiales sobre la junta directiva que está tratando de confeccionar Martínez Doblas. Ha seguido habiendo contactos con diferentes personas y empresarios, pero nada se conoce y el tiempo pasa con el equipo aún muy en pañales y con dudas sobre la magnitud del propio proyecto. Se ha especulado en diferentes círculos con la llegada de Juan Bermejo, pero el expresidente del Arroyo, que sabe de las intenciones que se barajan, está de vacaciones, lejos aparentemente de cualquier operación con él de protagonista principal.

Otra opción que se barajaba era la del empresario Domingo Barroso, que ya estuvo muy cerca de comprar el Cacereño a Martínez Doblas hace justamente tres años. Ahora, al menos de momento, descarta entrar en el club por muy variadas razones. Los contactos han existido, según reconoció ayer a este periódico, pero «no puedo hacerlo ahora». Aun así, asume que es el club de su corazón por su condición de cacereño y por su amor al fútbol.

«Durante siete años se han hecho muy buenos equipos, con gente como Marcos o el propio Doblas que saben de fútbol, pero otra cosa es el club, que Mo se han hecho proyectos. Y un club así necesita a gente capacitada y que trabaje en el día a día. Yo tendría a cinco personas ahí, pero no puedo hacerlo. Lo del estadio no se ha cuidado, por ejemplo, y siempre se ha ‘vendido’ como algo desastroso y malo», añadió.

Muy analítico siempre, este fundador del Ciudad de Cáceres, que en su día fue un proyecto alternativo del club verde, espera quela entidad pueda salir adelante, aunque para ello, insiste, deberá cambiarse la filosofía. Para él también sería clave que gente de la ciudad diera un paso al frente, aunque no vislumbra empresarios potentes.